Nadie puede dar por sentado que en las próximas elecciones ganará tal o cual candidato a la gobernación. Sin embargo, hay señales de que la jalda será bien cuesta arriba para el Partido Popular Democrático (PPD).
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El pasado fin de semana se dio la elección del presidente del Partido Demócrata a nivel local entre el director del Puerto Rico Federal Affairs Administration (PRAFAA), Lcdo. Luis Dávila Pernas, y el alcalde de Villalba, que también es presidente de la Asociación de Alcaldes, Lcdo. Luis Javier Hernández.
El resultado final fue 4,268 votos para Dávila Pernas y 2,762 para el alcalde Hernández. El primero es afiliado del Partido Nuevo Progresistas (PNP) y el segundo del PPD.
Ciertamente fue un proceso algo atropellado en su operación por la cantidad de personas que fueron y las largas filas. No obstante, por el margen de ventaja, es altamente probable que Dávila Pernas hubiese ganado de todas maneras, y eso no tiene que ver necesariamente con las filas o con cómo se manejó el proceso, más bien con la movilización que hizo el PNP vs el PPD.
El Partido Demócrata en Puerto Rico era amplia y contundentemente dominado por el PPD. El Partido Nuevo Progresista se vinculaba más con el Partido Republicano a nivel nacional. No obstante, el PNP logró penetrar poco a poco en el Partido Demócrata en la isla al punto que llevan varios años presidiéndolo. La colectividad estadista se ha dividido entre los dos partidos nacionales y tienen presencia en ambos.
Sobre este proceso que se dio el sábado pasado, el aspirante a comisionado residente por el PPD, el Lcdo. Pablo José Hernández Rivera, expresó hace unas semanas: “Tenemos una oportunidad histórica de rescatar el Partido Demócrata pero necesitamos que todos y cada uno de ustedes vaya a votar por nuestro liderato el sábado 16… tenemos un compromiso con la historia de este partido. Es un compromiso que pondrá a este partido como institución colectiva en posición de ganar en grande el próximo 5 de noviembre… porque recuerden ¡ganar en marzo es el primer paso para ganar en noviembre!…”. Estableció con sus expresiones la prioridad que representaba este evento.
Luego de esa expresión, Rivera Hernández pareció olfatear que sus expresiones no calaron y que el electorado del PPD no estaba muy animado a participar del proceso demócrata, por lo que cambió su postura sobre la exagerada importancia que tenía este proceso y que había advertido. “Pues, en esta ocasión yo creo que importante que el PPD ocupe los espacios, y obviamente esta no es la prioridad número uno del PPD ni nada menos en estos momentos. La prioridad está en las primarias y la elección general… yo me sospecho que este evento será de baja participación y el mero hecho de decir presente y llevar gente a votar es una victoria para el PPD, gane o no en ese día del evento…”, dijo en entrevista con Metro Puerto Rico. La importancia del evento la puso el propio candidato a comisionado al expresar que este era el primer paso para el PPD ganar en noviembre y lo perdieron por cerca de 20 puntos porcentuales, aún con su llamado.
Eso no es todo. El alcalde de Arecibo, Carlos “Tito” Ramírez destacó en sus ya famosos mensajes de WhatsApp lo siguiente, tras este evento del sábado pasado: “No hay compromiso con el partido. El ‘yoísmo’ nos va a llevar a la derrota grande. Ahora mismo tenemos 41 alcaldes incumbentes, con 100 personas cada alcalde tuviéramos contando 4,100 votos, sin contar con los votos que podía producir los senadores, los representantes, los presidentes (municipales que no son alcaldes) en los pueblos y los aspirantes a distintas posiciones. No hay compromiso con el partido, no hay compromiso con la institución”.
Como mencioné, el alcalde de Villalba es presidente de la Asociación de Alcaldes, por lo que pareció ser abandonado por su propia matrícula. Es la segunda derrota que sufre en menos de un año. El pasado mes de mayo disputó la presidencia del partido y no logró su objetivo de prevalecer sobre Jesús Manuel Ortiz, aunque fue una elección bastante cerrada.
Cuando uno mira estos eventos y suma la pobre representación en recaudos para campaña de los candidatos a la gobernación por la pava, puede coincidir con el alcalde arecibeño en que la colectividad anda desbandada, cada cuál por su lado pensando que “la salvación es individual”.
El PPD parece ir jalda arriba rumbo a las elecciones del 5 de noviembre, pero no estoy seguro si, contrario a otras épocas, va cantando y va riendo porque la unidad y el hambre de ganar no están ahí. En el liderato de pasado reciente de la pava no hay mucha esperanza. Hace unas semanas dialogaba con un ex líder del PPD que me comentaba que “el PPD se va a convertir en un partido de ganar alcaldías, nada más”. Yo no sé si eso será así, pero los esfuerzos internos que veo en este instante dentro del PPD son para que eso ocurra.