Opinión

El pueblo es quien decide

Lee aquí la columna del candidato al Senado por San Juan del Partido Independentista Puertorriqueño.

Puerto Rico está viendo algo sin precedentes. Un tribunal acaba de retirar de la papeleta a más de una decena de candidatos y candidatas a distintas posiciones, entre ellas la más importante luego de la candidatura a la gobernación. En su análisis el tribunal revocó lo que fue la interpretación de la ley de la propia Comisión Estatal de Elecciones, el ente regulador de los procesos electorales y que a la fecha de la presentación de la demanda, no había hecho señalamiento alguno a los demandados. Todo lo contrario, validó la presentación de sus candidaturas sin requisito adicional que no fuera la celebración del método alterno correspondiente.

Ante la diversidad de interpretaciones sobre la Ley y el Reglamento, correspondía en el balance de intereses proteger los derechos de los electores. Al final, estos no pueden ser los responsables de los errores del ente electoral cuya creación es precisamente proteger sus derechos. Sin embargo, el tribunal actuó contrario a ese principio y recurrió a la medida más restrictiva: obviar las discrepancias de la propia Ley, las incongruencias entre la Ley y los reglamentos, la actuación de la CEE, y sin más, despojó al electorado de tener más opciones el día de las elecciones.

Las intenciones de la presentación de este pleito son muy claras. Se trata de sacar ventaja electoral fuera del proceso electoral, acudiendo a los tribunales para alterar e influir indebidamente en el proceso. Por eso el precedente es tan peligroso. Se abrió la puerta a que partidos intervengan en procesos de otros partidos.

Si la intención detrás de ello, es debilitar la alianza entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), fracasaron. Esa alianza no surgió de una orden judicial ni de la Ley. La alianza surge del reclamo del país, de poder contar con más opciones el día de las elecciones que hagan frente al binomio Partido Nuevo progresista (PNP)-Partido Popular Democrático (PPD). Por lo tanto, siendo un movimiento orgánico, no va a necesitar de validaciones gubernamentales. Su existencia es su propia validación. Ya el pueblo dio el primer paso en fomentar esa unión, el próximo gran paso será el triunfo de la alianza el próximo 5 de noviembre, porque el pueblo es quien decide.

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