Opinión

Maripily, el chat de Ricky y la miseria de Puerto Rico

Lee la columna de opinión de la periodista y cofundadora del Centro de Periodismo Investigativo.

Nada personal en contra de Maripily, ni de una buena dosis de alegría para el pueblo de Puerto Rico. Lo que me revienta la cabeza y duele profundo es que tamaña tontería mueva a las masas, a los líderes políticos y artistas de este país, que están dispuestos incluso a olvidar el pillaje, la persecución política y las ofensas nunca antes propinadas contra las y los puertorriqueños por los Boys del Chat de Ricky Rosselló, mientras que la miseria en la que vivimos no genera acción ciudadana.

Uno de ellos, el publicista Carlos Bermúdez, quién ha generado cantidades obscenas de dinero público y concesiones de gobierno, se pasea sonriente ante las cámaras como representante de la modelo-empresaria-influencer que ganó el reality show La Casa de los Famosos (LCDF). Bermúdez también es parte del equipo de campaña de la pre aspirante a la Gobernación y comisionada residente, Jennifer González. Hasta el alcalde de San Juan, Miguel Romero, convocó a la ciudadanía a celebrar a La Placita de Santurce donde transmitió la final de LCDLF como parte de la agenda cultural y de entretenimiento de la Ciudad Capital, entre otros.

La luz se va a cada rato en todo el archipiélago, la basura nos arropa, el costo de la vida y de los servicios básicos está imposible para la mayoría de los ciudadanos, no hay vivienda ni servicios de salud para los puertorriqueños, los extranjeros acaparan propiedades y, entre ellos, muchos no pagan contribuciones, y el aumento en el nivel del mar provoca erosión e inundaciones en muchas de nuestras costas sin que se acabe de aprobar el Plan de Mitigación ante el Cambio Climático. Esta debacle socioeconómica ha disparado la mortalidad en Puerto Rico que hoy supera incluso la del año del huracán María, pero no hay que quejarse porque Maripily viene al rescate.

Evaluar la mediocridad de los que dirigen nuestros destinos de cara a las primarias y las elecciones no es prioridad, sino votar por Maripily. ¿Qué es lo próximo? ¿Maripily gobernadora?

Bermúdez era uno de los 12 integrantes del chat secreto de la aplicación Telegram — que reveló el Centro de Periodismo Investigativo — y que el depuesto gobernador Ricardo Rosselló Nevares mantenía con sus más estrechos colaboradores — funcionarios y contratistas privados — donde, entre otras cosas, denigraban a los puertorriqueños, coordinaban cómo iban a engañar a la ciudadanía con mensajes tergiversados, planificaban perseguir a opositores políticos, cogían “de pendejos” a los de su propio Partido Nuevo Progresista, y se burlaban hasta de los casi 3,000 muertos del huracán María. Todo esto con propiedad pública, y en horas laborables. Detrás de esas conversaciones había además un entramado de influencias y saqueo de fondos públicos con varios de sus miembros como protagonistas.

La indignación fue masiva, tanto así que tras 12 días de protestas cientos de miles de ciudadanos lograron botar del puesto al primer gobernador en funciones en la historia de Puerto Rico. Pero hasta ahí.

A cuatro años del suceso, ninguno pagó ni un día de cárcel por claras violaciones de ley, y muchos de ellos ya andan por ahí como Bermúdez, ante las cámaras de televisión de analistas como Ramón Rosario o con jugosos contratos de gobierno como el ex secretario de Asuntos Públicos Anthony Maceira. Irónicamente la administración de quien resultó gobernadora por carambola en ese momento y no hizo mucho al respecto, Wanda Vázquez Garced, sí quedó pillada con cargos federales que pesan en su contra y se verán en el 2025. Pero esto no importa, Maripily ganó La Casa de los Famosos.

Quienes trabajamos día y noche, todos los días, para que nuestro país salga adelante, porque lo amamos -lo amamos de verdad, no solo ante el plástico artificial y las cámaras- y porque sabemos que nuestras hermosas islas están llenas de gente buena, decente, talentosa y trabajadora, sufrimos ante el huracán de frivolidad que nada aporta a mejorar nuestra calidad de vida. Por el contrario, se sigue premiando y dándole foro público a algunos de los que tanto daño han hecho a nuestra economía y a nuestra autoestima como pueblo.

Mientras tanto, nuestros atletas, que se fajan entrenando todos los días para representar a Puerto Rico en la realidad, no en un espectáculo de ‘reality’ que de realidad tiene poco o nada, tienen que recoger dinero en latitas digitales, Go Fund Me y rifas, para poder competir a nivel internacional. Esperan por que el mismo gobierno y corporaciones que invierten recursos en Maripily les aprueben cuatro pesos para poder vivir pese a la gloria que traen año tras año al país.

Nada en contra de Maripily, talento tiene para entretener a su manera y tiene mérito como madre y empresaria, como la mayoría de las mujeres puertorriqueñas que hacen de tripas corazón, pero a quienes nadie les está haciendo recibimientos con escoltas policiacas.

A la mayoría de las mujeres la Policía ni les responde cuando su vida está en peligro. Pero claro, eso tampoco le importa a la clase política que lidera en este país. Me hubiese gustado ver este desborde con las mujeres que corrieron este mes Kilómetros de Cambio para concienciar sobre la violencia de género que nos arropa y que mata a nuestras mujeres todas las semanas en Puerto Rico. A esas no le hicieron recibimiento.

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