“Mi música no queda ni a la derecha ni a la izquierda…”
-Catalino “Tite” Curet Alonso
Tampoco mi política queda ni a la derecha ni a la izquierda. Queda en el centro, con la gente. Los puertorriqueños necesitan líderes centrados que atiendan las necesidades del día a día, como la salud, la educación, la vivienda, el desarrollo económico y la protección de los derechos. La polarización se ha convertido en un fenómeno notable en la política puertorriqueña en los últimos años, caracterizándose por la progresiva división extrema entre diferentes partidos políticos. Esto se manifiesta a través de los partidos emergentes y de los partidos minoritarios.
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La creciente fragmentación ideológica ha generado tensiones para presentar políticas públicas serias, afectando la cohesión y el diálogo constructivo entre diferentes sectores de nuestro país. Este fenómeno es estimulado por la retórica de los líderes de los partidos, que explotan los ideales personales, que no son problemas sociales. Estos políticos deciden subrayar las cuestiones que generan división, favoreciendo así su propia agenda en lugar de una discusión seria. Esto da lugar a posiciones irreconciliables, lo que dificulta la posibilidad de alcanzar acuerdos. Algunos analistas y académicos han argumentado que esta polarización ha debilitado la capacidad del gobierno para alcanzar consensos y resolver problemas urgentes de manera eficiente y eficaz.
Mi ideología es crear consenso por nuestro país. Tenemos que trabajar juntos para apoyar a las madres solteras que hoy día deben decidir entre cuidar a sus hijos o trabajar. Busquemos soluciones para la vivienda asequible, necesitamos que nuestra gente regrese, pero para eso debemos encontrar alternativas para la creación de empleos bien pagados. Mejorar el sistema de salud para todos, pero en especial para nuestros viejos. Así también, garantizar la verdadera inclusión para las personas con diversidad funcional. Solo con un enfoque centrado en las causas y en remediar los problemas que nos afectan a diario podemos hacer política para nuestra gente, para todos, no solo para la derecha o para la izquierda.