En agosto de 2003, con el Coliseo Roberto Clemente lleno a capacidad, estaba junto a unos amigos apoyando al equipo nacional de baloncesto masculino que jugaba contra Canadá por el pase a las olimpiadas del 2004. Había un ambiente de tensión en toda la cancha. Fue una noche mágica para el baloncesto, para nuestro equipo y para miles de puertorriqueños que desbordábamos puertorriqueñidad. Ganamos el juego con una espectacular actuación de José “Piculín” Ortiz. Esa victoria nos llevó a las olimpiadas del 2004 en Atenas, Grecia y marcó un hito en la historia deportiva, por primera vez nuestro equipo nacional derrota al llamado Dream Team de los Estados Unidos con una gran actuación del entonces joven estrella, Carlos Arroyo.
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Luego de más de 20 años, los “12 magníficos” regresan al escenario de las olimpiadas al ganar invictos el torneo celebrado aquí en Puerto Rico con otro histórico triunfo frente al poderoso equipo de Lituania. Un juego en donde miles de boricuas nos convertimos en lo que se conoce como el “sexto hombre” gritando “vamos pa’ París”, apoyando a este nuevo grupo de jóvenes jugadores. Fue una noche mágica, de puro nacionalismo puertorriqueño, de algarabía, de plena, de cánticos, de emoción por las jugadas de Puerto Rico, de los tiros de tres y la férrea defensa.
En el 2020 las denominadas “12 guerreras”, nuestro equipo nacional de baloncesto femenino logró su primera e histórica clasificación a los juegos olímpicos de Tokio 2020, esto luego de décadas de baloncesto femenino, lleno de obstáculos, de discrimen por género, pero además de luchas constantes que muchas dieron por años la batalla por la equidad y por las mismas oportunidades. Para las olimpiadas de París 2024 volvieron a clasificar demostrando su constancia y su fuerza deportiva, comandadas por su gran capitana, Pamela Rosado, y su dirigente, Jerry Batista.
Por primera vez en la historia ambos equipos participan a la misma vez en unas olimpiadas. 24 jugadoras y jugadores llevarán en el pecho y su uniforme el nombre de Puerto Rico, a representar por partida doble a un país, una nación, nuestra nacionalidad, en miles de hogares alrededor de todo Puerto Rico. Los vitorearemos, los apoyaremos, pues representan nuestra patria.