Opinión

Decisiones demócratas

Lee aquí la columna del abogado estadista

Desde la noche del debate presidencial, aquellos que seguimos de cerca la política nacional, hemos estado hablando y enviando mensajes de texto con amistades y colegas sobre un tema en particular. Y no se trata de una discusión sobre el denominado Project 2025, la plataforma republicana recientemente aprobada, o tan siquiera el desempeño del presidente en el debate. Las discusiones en su mayoría giran en torno a si Biden debe permanecer en la contienda o retirarse para permitir que el Partido Democrata escoja otro candidato para enfrentar a Trump en noviembre.

La actuación del presidente Joe Biden en el debate, tortura para el televidente, movió el centro de la conversación de una discusión sobre el expresidente Donald Trump y lo que podría significar para la democracia estadounidense a un debate sobre si Biden está apto para servir otros cuatro años en la Casa Blanca. Los demócratas tienen que tomar algunas decisiones, empezando por decidir si, en esta coyuntura, necesitan hacer algo.

Hasta el momento, una decena de miembros del Congreso ha dicho que Biden debería renunciar, ya sea públicamente o ante sus respectivos caucus. Un número mucho mayor han expresado a distintos medios nacionales, en privado, que coinciden en que el presidente debe renunciar a la candidatura por el bien del partido.

En esencia, el Partido Demócrata enfrenta tres posibles escenarios.

1. Biden se mantiene como candidato.

2. Biden se hace a un lado, en favor de su vicepresidenta, Kamala Harris.

3. Biden se hace a un lado y se desata una batalla por su reemplazo.

La semana pasada, la ola se movía claramente en contra de Biden. Tanto en público como en privado, muy pocos legisladores expresaban que apoyaban que permaneciera como candidato. Una buena cantidad de miembros de la Cámara de Representantes cuestionaron su toma de decisiones y dijeron que querían verlo interactuar de manera más directa y desafiante con la prensa. Durante el fin de semana, más miembros del Senado expresaron que ellos también sentían que el partido y el país estarían mejor si Biden diera paso a algún otro candidato.

Mientras tanto, un coro comenzaba a formarse a favor de Harris. Las fuertes palabras de algunos miembros del Caucus Negro del Congreso, que ha resultado ser el ente que refleja una de las posturas más claras de cualquier grupo de demócratas, anclaron la idea de que si Biden se hacía a un lado, Harris era la única opción aceptable.

Sin embargo, durante el transcurso de esta nueva semana, las cosas volvieron a cambiar. El equipo de Biden parece haber hecho un progreso significativo para asegurar su camino para permanecer como candidato. En esto ha sido fundamental el apoyo del Caucus Negro del Congreso, con quien Biden sostuvo una reunión virtual la noche del lunes, y figuras clave del Caucus Hispano del Congreso. Sus entrevistas y viajes de campaña han hecho poco para cambiar de opinión en el Capitolio. Pero el apoyo de estos grupos clave en la base demócrata, junto con su determinación de aferrarse a la nominación, ha hecho que otros demócratas se muestren cautelosos de actuar en su contra.

El martes, en las primeras reuniones del caucus desde el debate para los demócratas del Senado y la Cámara de Representantes, se esperaba un bombardeo de voces exigiendo públicamente que Biden se retirara. En cambio, lo que hubo tras esas reuniones fue un silencio mayormente controlado y orquestrado por el equipo del presidente que ha servido de una especie de represa.

En general, no hubo la ruptura de la represa de Biden como muchos esperaban y pronosticaban la semana pasada. De hecho, mientras escribo esta columna y reviso el resumen de los medios nacionales, lo que se percibe es que la marea puede haber cambiado. Pero Biden aún no está a salvo. Esta semana sigue siendo crítica, ya que Biden celebrará varios eventos, incluida una conferencia de prensa extendida el jueves en la noche al concluir la cumbre de la OTAN.

Los demócratas, y la campaña de Biden, saben que no tienen mucho tiempo. El lunes, cuando comience la Convención Republicana en Milwaukee, será más difícil para los demócratas cambiar a su candidato sin arriesgar uno de sus argumentos clave ante los votantes: que son el partido más estable. Técnicamente, los demócratas podrían mantener abierto este debate sobre la nominación poco tiempo después de eso, pero siendo realistas, esta es la semana en la que deben unirse en una dirección si quieren tener la oportunidad de recuperar el impulso en general. Por ahora, el viento ha vuelto a soplar a favor de Biden.

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