Recientemente, participé en un programa de análisis político para discutir la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso Oregon vs. Johnson. Este fallo se ha convertido en tema de debate, y es crucial aclarar ciertos malentendidos que han surgido en torno a sus implicaciones.
El Tribunal Supremo de EE.UU. abordó la interpretación de la Octava Enmienda de la Constitución, que prohíbe los castigos crueles e inusitados. La decisión establece que no constituye un castigo cruel e inusitado que los municipios hagan cumplir las leyes u ordenanzas que prohíben dormir o acampar en lugares públicos, siempre y cuando estas acciones pongan en peligro la salud y seguridad de los ciudadanos. Esta determinación fue vista por el Gobernador Newsom de California y la alcaldesa de San Francisco, London Breed, ambos Demócratas, como positivo y necesario.
Es importante enfatizar que el Tribunal Supremo no ha criminalizado la indigencia ni la falta de vivienda. Sin embargo, en Puerto Rico, la discusión se ha centrado erróneamente en la posible criminalización de las personas sin hogar, desviando la atención de los verdaderos retos que enfrenta esta población vulnerable.
La situación de las personas sin hogar es compleja, abarcando problemas de salud mental, falta de acceso a una vivienda digna, abuso de sustancias, alcoholismo y el debilitamiento de la estructura familiar. Estas cuestiones requieren soluciones integrales y colaborativas.
Propongo reformular los planes estratégicos municipales para mejorar los servicios a personas sin hogar y coordinar con entidades sin fines de lucro para maximizar su efectividad y alcance. Además, es vital establecer acuerdos colaborativos con agencias estatales para abordar las raíces de estos problemas.
Cualquier acción debe respetar la dignidad humana y promover la convivencia comunitaria armoniosa. Agradezco a los servidores públicos, al sector privado, a las organizaciones sin fines de lucro y a las iglesias por su dedicación y compromiso.
Es nuestra responsabilidad abordar este tema con sensibilidad y respeto, sin utilizarlo para agendas políticas. San Juan nos necesita a todos para construir una comunidad más solidaria y justa. Estoy aquí para escuchar y atender las necesidades de nuestra gente.