Por los pasados meses hay dos temas que han acaparado la discusión mediática del país. El primero, el desastre de LUMA. Un consorcio que nos empujó el PNP desde el 2021 para administrar y operar el sistema de energía eléctrica de Puerto Rico. Hoy, tres años después, confirmamos que esta transacción ha sido uno de los desaciertos más trascendentales en la historia gubernamental de la Isla. El desastre de LUMA, le ha costado millones al erario, la gente no tiene un mejor servicio eléctrico que en el 2020 y los ejecutivos de la empresa no tienen la sensibilidad para atender con premura los constantes problemas de electricidad que enfrenta el país.
El segundo tema, es la candidatura de Jenniffer González a la gobernación. La comisionada residente, por los pasados ocho años, utilizó como balón político el tema de LUMA para llegar al poder, pero desde el pasado mes de junio, hizo mutis y ha dejado de levantar su voz contra las irregularidades e inconsistencias de LUMA y ha dejado que el consorcio continúe con sus prácticas insensibles y no le exige a su gobierno acciones concretas. Ella como parte de este gobierno, y como presidenta del partido de gobierno, tiene la potestad de exigir acciones concretas a sus funcionarios, pero ha decidido quedarse callada y permitirle a LUMA las barbaridades que está cometiendo desde hace meses. Muestra de eso es que, hace unos días, uno de sus más fervientes aliados, daba expresiones a la prensa en favor de la empresa. Es hora de que ella asuma también su responsabilidad y fiscalice adecuadamente el contrato y que tome acción contra LUMA.
Las elecciones próximas son más que una simple elección de candidatos son una elección de país. Es importante que a la hora de elegir los funcionarios que estarán al mando del Gobierno de PR, optemos por un cambio que nos dirija hacia un gobierno de justicia social y sensibilidad. Un gobierno que de verdad escuche y responda a las necesidades de sus ciudadanos.
La papeleta del PPD ofrece una visión de esperanza, renovación y cambio, donde la justicia social y la sensibilidad son la prioridad. En las próximas elecciones, la decisión es clara. Puerto Rico no necesita ni a LUMA ni a Jenniffer.
