Opinión

El voto es un asunto serio

Lee aquí la columna del vicepresidente del Proyecto Dignidad

Juan Manuel Frontera + Columnista

“A 10 mil penepés no les llegó la papeleta por correo”. Estas fueron expresiones hechas por Edwin Mundo, director de campaña del gobernador saliente, Pedro Pierluisi Urrutia, luego de la derrota en las primarias. Esas expresiones son escandalosas para cualquier proceso electoral. Debieron generar una hecatombe, dentro y fuera del Partido Nuevo Progresista (PNP). Pero paso sin pena ni gloria.

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Las expresiones de Edwin Mundo son un escándalo porque el proceso de voto adelantado por correo, que el PNP les vendió a sus electores como un método seguro en Puerto Rico para ejercer el voto, fracasó aparatosamente. Fracasó porque, en esas primarias, el PNP informó el 17 de mayo de 2024 que habían completado el proceso de depuración de las solicitudes del voto adelantado por correo, y que en su totalidad sumaban 72,215 solicitudes. Eso quiere decir que al 15% de los electores que confiaron en que su colectividad estaba preparada para manejar ese voto con seriedad, no se les contó su voto.

Eso es un escándalo de grandes proporciones, pues los directivos de esa primaria lo sabían, o debían haber sabido. Hay un problema grave con el voto adelantado por correo en Puerto Rico a causa del problema que existe con las direcciones postales, el registro electoral y el correo. Pero decidieron mirar hacia el otro lado, y ahora quieren forzar un voto adelantado por correo de cientos de miles de electores que ellos saben que ni la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) ni el correo pueden manejar.

Lo anterior no fue lo único altamente preocupante durante esa primaria. Allí, se observó con claridad cómo en ese proceso el PNP manejó ese voto adelantado por correo. Candidatos se grababan y subían a las redes sociales videos con decenas y cientos de solicitudes de voto adelantado por correo, proclamando cuántos votos por su candidato llevaban en las manos, pues ellos mismos habían llenado las solicitudes y se las estaban llevando a los electores para que estos simplemente las firmaran, y el propio candidato las entregaba de vuelta al correo.

Esa misma actitud se tradujo en el manejo mediático del voto adelantado por parte de los directivos de esa primaria, donde se pregonaba en cada estación de radio, cada entrevista televisiva, que todos sabían a quien correspondía al menos el 60% de esos votos, eso antes de que ni siquiera se recibieran las papeletas.

Por otro lado, durante el recibo de ese voto en la CEE, se reportaban incidentes de gran irregularidad, en donde llegaban personas a la Junta Administrativa del Voto Ausente y Adelantado del PNP cargando bolsas plásticas y de tela reutilizable, con sobres de papeletas para entregar. Otros reportes señalaron que un hombre entró a Operaciones Electorales arrastrando un carro de carga, en el que llevaba una caja gris de almacenaje llena de sobres de papeleta, proclamando: “Aquí traigo el triunfo de Puerto Rico”.

Para muestra un botón basta. El voto adelantado por correo no es como llenar un cuadro del hipódromo y entregarlo en la agencia hípica. Acusar a los demás partidos que levantamos bandera sobre la capacidad de manejar ese voto a gran escala y decir que no queremos ese voto porque no estamos preparados para manejarlo, es un ataque desesperado del liderato PNP para tratar de ocultar su propio fracaso.

Aquí nadie está listo para garantizarle el voto a decenas de miles de electores que escojan el voto adelantado por correo en la elección general; esa es la realidad pura y franca. Lo hemos dicho, pero nadie quiere escuchar. Las primarias del PNP lo demostraron. Su fracaso en el manejo del voto adelantado por correo, que le quitó el derecho al voto a más de 10 mil de sus electores, lo demuestra.

Solo imagine ahora que voten adelantado por correo los 200 mil electores que se han proyectado para la elección general. El 15% de esos 200 mil electores son 30 mil electores. 30 mil electores que se van a quedar sin que su voto sea contado. Esa es la experiencia, esos son los números, nadie lo despinta. Pero aquí todo el mundo quiere el voto por correo masificado a como de lugar, sin recursos, sin implementar sistemas a tiempo, sin ejecutar pruebas, sin tener control del correo. Hay un gran refrán con mucha sabiduría: uno se arropa hasta donde llega la sábana.

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