En momentos donde el país se debate sobre la necesidad de un “czar de energía”, la posible cancelación del contrato de LUMA, y los políticos de todos los partidos lanzan ideas vacías que parecen más ejercicios retóricos que soluciones tangibles, los ciudadanos seguimos sufriendo las consecuencias. Día tras día, vemos cómo nuestras comunidades permanecen sin electricidad, nuestras empresas pierden productividad y nuestras familias afrontan la incertidumbre de no saber cuándo será el próximo apagón. Mientras los líderes discuten, las soluciones prácticas brillan por su ausencia.
El problema energético de Puerto Rico no es nuevo, pero el contrato de LUMA Energy ha puesto en evidencia la falta de transparencia y responsabilidad en la gestión de nuestras redes eléctricas. Desde que comenzaron a operar, las quejas sobre interrupciones de servicio han sido constantes, y la forma en que se reportan y manejan los datos sobre estas averías ha generado serias dudas entre los ciudadanos. Sin embargo, en lugar de atacar el problema de raíz con soluciones estructurales, seguimos escuchando propuestas desconectadas de la realidad y la experiencia de quienes vivimos día a día el deterioro del servicio.
Frente a este panorama, este servidor ha trabajado incansablemente para desarrollar una solución que no se base en promesas vacías, sino en la acción concreta. A través de la tecnología y el análisis de datos, estamos preparando una plataforma que fiscalice de manera efectiva uno de los aspectos más críticos del contrato de LUMA: el manejo de los datos de avería. El punto 14 del contrato es claro al establecer la responsabilidad de LUMA en proporcionar información precisa y accesible sobre las interrupciones de servicio, pero hasta ahora, esa promesa no se ha materializado.
Nuestra solución permitirá no solo que los ciudadanos puedan reportar y actualizar la información sobre los apagones que sufren, sino también ofrecerá un análisis granular del estado de la red eléctrica en tiempo real conectado a datos alternos. Esto no solo nos ayudará a fiscalizar de manera directa el cumplimiento de LUMA con el contrato, sino que también proporcionará a los consumidores y a las autoridades una herramienta para entender mejor cómo y dónde se producen las fallas en el sistema. Será un instrumento esencial para exigir mayor responsabilidad y transparencia en la operación de la red.
Este esfuerzo está encaminado y el sábado 26 de octubre presentaremos el prototipo en un conversatorio y “hackathon” en apoyo con el Departamento de Energía federal. Me atrevo a decir que antes de que finalice el 2024, tendremos una fase inicial de esta herramienta disponible para uso público. No se trata de una propuesta que busca protagonismo político, sino de una respuesta necesaria ante un sistema que ha fallado a sus ciudadanos. A través de la tecnología, podemos ejercer un control más efectivo sobre los servicios públicos, y no descansaré hasta que los ciudadanos de Puerto Rico cuenten con una herramienta que les permita conocer, en detalle, cómo está funcionando el sistema que sustenta nuestras vidas diarias.
Por último, sigo confiando en que el Tribunal Supremo me otorgará la audiencia para reconsiderar mi solicitud de ocupar el puesto de representante del consumidor. Estoy convencido de que una vez entregue lo prometido, será evidente que la fiscalización real es posible cuando dejamos de lado los discursos vacíos y nos enfocamos en ofrecer soluciones concretas. Puerto Rico merece un sistema eléctrico eficiente y transparente, y con la ayuda de todos, podemos lograrlo.