Opinión

Genocidio por otros medios

Lee aquí la columna desde la Mesa de Diálogo MLK

Kelmadis Pérez Rivera
Kelmadis Pérez Rivera

El ideal del colonialismo es convertir a la colonia en una copia del imperio que le domina. Por lo tanto, la muerte cultural, de tradiciones y del idioma es parte de la agenda para eliminar, poco a poco o de golpe y porrazo, toda identidad de la colonia. Aunque por casi 531 años Puerto Rico ha sido una colonia, en los últimos 127 años, con la invasión militar de Estados Unidos y desde hace 72 años con la llegada del ELA, ese genocidio por otros medios contra nuestro país ha sido más fuerte.

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Experimentos en nuestros bosques con el agente naranja, el que Luma ande tirando herbicidas como parte del “manejo” de la vegetación, la quema de carbón y dependencia de combustibles fósiles para “generar” la energía eléctrica son sola un pequeña muestra del gran listado de cosas que pasaron y pasan en nuestro país. Todas estas cosas afectan, en algunos casos, hasta la muerte, a nuestras comunidades, especialmente las más pobres, vulnerables, olvidadas y ahora gentrificadas.

Las cosas ya señaladas y las que no nos permite el espacio mencionar, nos han llevado a la crisis climática, de salud, en educación, en seguridad, económica, política que tenemos. A la crisis climática, por ejemplo, le podemos añadir la constante negativa del gobierno de no seguir las recomendaciones que ha recibido de profesionales, organizaciones ambientalistas ni de las comunidades que dice atender.

La negativa de cancelar el contrato de Luma y permitir que el país se siga sumergiendo en esta crisis energética en que nos tienen Luma y Genera, son otras señales de muerte para nuestro país y nuestra gente. Negocios que no pueden operar por la falta de electricidad, porque se le dañan los equipos, matando nuestra economía, especialmente la de pequeños y medianos comercios. Personas que se les dañan sus medicamentos o la compra, que dejan de recibir sus tratamientos, empeorando así la crisis en la salud física y emocional que ya tenemos. Esta es otra forma de asesinar nuestra gente y nuestro país. De llevar a cabo un genocidio soslayado, para ese Puerto Rico sin puertorriqueños.

Permitir que sigan aumentando las importaciones de alimentos, mientras estrangulan a quienes tenemos pequeños y medianos proyectos agrícolas, atenta contra la escasa seguridad alimentaria y la casi inexistente soberanía alimentaria que tenemos. Y la situación se agrava contra los proyectos orgánicos, agroecológicos o de permacultura que intentamos aportar al bienestar de nuestro terruño.

Los experimentos que se hicieron y hacen contra nosotras, las mujeres y población femme boricua también hay que señalarla. Las operaciones para esterilizarnos, las inyecciones para que dejaran de producir leche y se reintegraran lo antes posible a sus trabajos, los experimentos iniciales con las pastillas anticonceptivas, la doble jornada de trabajo al que este modelo económico –que refuerza los roles de género– nos somete, el que al 2024 las mujeres generamos 83¢ de sueldo por cada dólar que gana un hombre es condenarnos al ciclo de muerte económica, social, educativa y hasta de vida.

Por eso es tan importante el resultado de las próximas elecciones tanto en la colonia puertorriqueña como allende los mares en el imperio. La invitación a votar con conciencia, por el cambio es urgente. Podría ser un asunto de vida o muerte, de que logren el sueño de un Puerto Rico sin puertorriqueños/as/es. Ejerce tu derecho al voto con conciencia, de forma informada y responsable. Que el derecho a la vida y a una vida digna prevalezca. Ya es hora de que tengamos el Puerto Rico que nos merecemos y enfrentar con valentía este genocidio soslayado, no ya tan disimulado, que hasta aquí nos ha traído. ¡Basta ya de lo mismo! ¡Vota con conciencia para hacer la diferencia!

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