Este juego es nuevo

Lea la columna del periodista Julio Rivera Saniel.

Metro Puerto Rico
Julio Rivera Saniel Metro Puerto Rico

Este, señores, es un nuevo juego. Hablo de la contienda electoral que en esta ocasión, probablemente más que en cualquier otro momento reciente en la historia de la isla, nos presenta un tablero distinto. Con las fichas de siempre, por una parte y, por otra, algunas nuevas en la competencia. Eso la hace no solo novedosa si no, incluso, difícil de predecir.

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En el pasado la cosa estaba clara.

Si no ganaban los rojos, entonces ganaban los azules. Pero en esta ocasión parecería que la cosa va por un rumbo distinto porque, contrario a otras contiendas los partidos históricos no están solos en el tablero de juego. Si quiere saber cuál es el enemigo de cada partido solo evalúe a quién atacan. En el caso del PNP y el PPD el blanco permanente de los ataques es “La Alianza”, lo que deja claro que algo dicen sus números.

Así que la primera nueva ficha en el tablero que nos ocupa es “La Alianza” y sus movidas. La efectividad de esta alternativa iene en su contra montones de factores, que incluyen el reto de educar a sus votantes potenciales sobre cómo hacer viable esa propuesta política en la papeleta.

Otra ficha este año es el peso de las primarias. El PNP aun arrastra sus efectos. El desdén del gobernador, Pedro Pierluisi, con la campaña de su antigua aliada política, Jenniffer González, es evidente. No ha mostrado interés en participar en los eventos oficiales de la colectividad desde que ella le derrotó en las urnas. También ha descartado procurarle endosos o acompañarle a hacer campana. Por lo mismo estará por verse si los seguidores que pueda tener Pierluisi están dispuesto a dejar los rencores, hacer campaña por su candidata y votar por ella. Eso o decantarse por la abstención.

A lo anterior añada otro aspecto que será importante a definir el resultado de la contienda: los casi 100 mil nuevos electores y más de 80 mil personas que decidieron reactivarse. Por quien se decidan a votar esos electores será otro de esos factores decisivos en momentos en que la historia reciente nos ha heredado a gobernantes que vencen por 30 mil votos y no obtienen más del 45% del respaldo de los votantes. Y aunque los comisionados electorales del PIP y el Movimiento Victoria Ciudadana argumentan que el grueso de los electores nuevos verá en ellos la opción política correcta, ese es un asunto que está por verse.

Durante las semanas que cubrimos las filas en las juntas vimos el interés evidente de jóvenes que nos hablaban de la posibilidad de “un cambio” como el motor que les llevaba a votar, también es cierto que en los últimos días también vimos personas de 60 años o más que acudían a inscribirse movidos por la campaña sobre la alegada amenaza comunista de Juan Dalmau y la Alianza. “Yo soy popular pero voy a votar por Jenniffer porque no puedo permitir que llegue esa amenaza”, me soltaba una señora en una de esas JIPs. Si vence la campana por el cambio o la de “la amenaza comunista” es algo que estará por verse.

Una ficha final es el manejo del voto adelantado. Este miércoles se anticipa que se logre el procesamiento de más de 70 mil solicitudes de voto por correo que, junto al resto de las modalidades de voto adelantado, rondan las 200 mil solicitudes. Y eso no es cosa pequeña. Todo lo anterior unido al siempre importante elemento de la movilización electoral serán probablemente las fichas que definirán el juego de esta elección tan atípica. Este cinco de noviembre se me antoja histórico. ¿Cómo lo será? Eso es algo que está por verse. Lo que sí parece claro es que a 30 y tantos días de los comicios en esta ocasión, más que nunca, el partido está lejos de haber sido definido.

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