En los últimos años, hemos sido testigos de una alarmante falta de coherencia por parte de la comisionada residente Jenniffer González. Sus constantes cambios de postura sobre temas críticos para Puerto Rico, como el contrato de LUMA y las Leyes de Cabotaje, demuestran que su brújula política no está orientada al bienestar de nuestra gente, sino a sus propios intereses.
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Un ejemplo evidente es su manejo sobre el contrato de LUMA Energy. En un lapso de aproximadamente dos años, Jenniffer ha cambiado su opinión en más de diez ocasiones. A veces criticando la gestión de la empresa, y en otras ocasiones, suavizando su posición.
Lo más preocupante es que su más reciente cambio de postura ocurrió tras una actividad de recaudación de fondos organizada por una empresa que ofrece servicios a LUMA. Este giro tan repentino plantea serias dudas sobre la influencia de los intereses económicos en sus decisiones y su capacidad de defender a nuestro pueblo en lugar de los grandes intereses corporativos.
Otro tema que evidencia su inconsistencia es su defensa de las Leyes de Cabotaje. Estas leyes son responsables de aumentar los costos de vida en la isla, encareciendo los productos y afectando el bolsillo de todos los puertorriqueños.
Sin embargo, Jenniffer González ha sido galardonada con el título de Champion of Maritime, un premio otorgado por las grandes navieras estadounidenses a quienes defienden sus intereses. Mientras ella celebra ese reconocimiento, nosotros continuamos pagando más por el simple hecho de vivir en una isla controlada por estas leyes. Lo que queda claro es que Jenniffer González no cambia de postura para beneficiar a Puerto Rico, sino para maximizar sus oportunidades políticas. En vez de defender con firmeza los intereses del pueblo, parece dispuesta a ajustar sus posiciones según le convenga, ya sea por donativos o reconocimientos que la favorezcan políticamente.
Puerto Rico necesita líderes que se mantengan firmes en la defensa de lo que es justo, que prioricen a su gente sobre los intereses económicos de unos pocos. Lamentablemente, la candidata del PNP ha demostrado una y otra vez que juega para ella misma, poniendo sus ambiciones personales por encima del bienestar colectivo. Es hora de que exijamos coherencia y compromiso real con Puerto Rico, no con los que más pueden ofrecer políticamente. Nuestra isla no puede seguir siendo el campo de juego de los intereses personales de unos pocos. Puerto Rico debe elegir un gobernador que juegue pa’l pueblo, pues está demostrado que Jenniffer juega pa’ ella.