Opinión

Un voto por Jenniffer es un voto que fortalece a la Alianza

Lee aquí la columna del vicepresidente del Proyecto Dignidad

Juan Manuel Frontera + Columnista

La campaña del Partido Nuevo Progresista (PNP) en estas elecciones va dirigida a hacer de la Alianza un enemigo más fuerte de lo que en realidad es, para buscar que aquellos electores que han perdido toda confianza en el PNP se vean obligados a votar por alguien que no quieren (Jenniffer), para evitar que gane alguien que quieren menos (Dalmau). El llamado voto útil. De ahí nace la campaña que llega al absurdo de acusar falsamente a Javier Jiménez de ser un separatista, comunista e independentista, alegando que un voto por Javier Jiménez es un voto por la Alianza. Falsedad de falsedades.

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Un voto por Javier Jiménez es un voto por la libre empresa y la libertad económica. Es un voto por una administración responsable y efectiva, comprometida con un gobierno ágil y eficiente. Un voto por la fiscalización y prevención efectiva del uso de los fondos públicos, en donde el presupuesto del gobierno puede ponerse en buen uso, pues cuando no se roba o se malversa, los fondos públicos dan para gobernar de manera efectiva.

Un voto por Javier Jiménez es un voto por un profesional de la contabilidad pública, que presidió el CRIM. Un voto por un administrador público capaz de llevar a un municipio de la bancarrota a un superávit de más de 30 millones de dólares y que ha saldado su deuda. Es un voto por un líder que prepara su pueblo para los retos del futuro para que pueda enfrentar los recortes presupuestarios que la mayoría de los demás municipios no pueden enfrentar, porque Javier Jiménez supo tomar las decisiones correctas en los momentos correctos.

Un voto por Javier Jiménez es un voto por los valores familiares tradicionales. Por un gobierno libre de ideología de género. Por la defensa de la vida, desde el vientre materno hasta la muerte natural. Es un voto por la defensa de las libertades individuales, la libertad de conciencia y de religión, que le permitió a todo un pueblo ser libre de los efectos de las ordenes ejecutivas contra el COVID-19 impuestas por el PNP, brindándole fuerza y vigor a todo el municipio de San Sebastián en tiempos de crisis.

Un voto por Javier Jiménez es un voto por un líder que ante la adversidad del huracán María se creció en defensa de su pueblo, y fue capaz de enfrentar amenazas de ser procesado criminalmente y encarcelado con tal de traer bienestar a las comunidades de San Sebastián por medio de la Pepino Power Authority.

Lo anterior, y mucho más, es la fuerza del voto por Javier Jiménez. Lo que es un riesgo, y debe poner a pensar a todos, es que un voto por Jenniffer es un voto que terminara fortaleciendo a la Alianza. ¿Por qué? Porque un voto por Jenniffer es un voto por el bipartidismo que nos ha quebrado. Es un voto por el chanchulleo político de las prebendas de influencias y puestos. Un voto por Jenniffer es un voto por el inversionismo político, por el que las cosas sigan como están. Es un voto por una gobernante que ha probado no tener columna vertebral y ha sido capaz de coger de bobos a todos a su alrededor mintiendo. Un voto por Jenniffer es un voto para repetir el fracaso gubernamental de los últimos 24 años de gobierno.

Un voto por Jenniffer lanzará a Puerto Rico a una próxima quiebra gubernamental que decepcionará al electorado puertorriqueño. Esa decepción se confundirá con un alegado fracaso de un gobierno de centro derecha conservador en Puerto Rico, pues Jenniffer trata de venderle al pueblo que esa es su filosofía de gobierno, cuando no lo es.

Y ese es el peligro de votar por Jenniffer, pues solo hay una cosa más peligrosa que un político progre de izquierda: una progresista que se canta conservadora. Es así de claro. De la única forma que se vence a la izquierda progre en Puerto Rico es venciendo el miedo y votando por el único candidato verdaderamente conservador en la papeleta, que ha dado cátedra de lo que es gobernar de manera eficiente y para todos por más de 20 años: Javier Jiménez. ¡Adelante, con fe!

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