Opinión

Una nueva opción para un nuevo Puerto Rico

Lee aquí la columna de la comisionada electoral del Partido Popular Democrático

Karla + columnistas
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En tiempos de incertidumbre y desconfianza hacia la clase política, es común encontrar voces que intentan desacreditar y minimizar el impacto que el Partido Popular Democrático (PPD) y su candidato a la gobernación, Jesús Manuel Ortiz, tendrían en el futuro de Puerto Rico. Sin embargo, esos argumentos carecen de sustancia y omiten una verdad fundamental: el PPD y su candidato a la gobernación representan la mejor opción para construir un Puerto Rico fuerte y de convergencias para adelantar nuestras causas colectivas.

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Algunos han intentado, inconsecuentemente, convencer al electorado popular de no votar por Jesús Manuel Ortiz, insinuando que existen opciones más “útiles” o alineadas con ciertos valores. Este tipo de narrativa es parte de la ya gastada costumbre de que debes pertenecer a algún “linaje” particular o ser un tipo de “asesor intelectual” para encajar en alguna candidatura de nuestro partido. Este síndrome de superioridad no solo subestima la capacidad de liderazgo de Jesús Manuel, sino que también distorsiona la realidad. La historia ha demostrado que el PPD es un partido diverso que siempre se ha adaptado y enfrentado los retos, y en esta elección no es diferente. Jesús Manuel Ortiz, además de ser un candidato que no viene de la cúpula del partido, encarna una visión renovada y comprometida con mejorar la calidad de vida de todos los puertorriqueños, sin caer en posturas divisivas ni polarizantes.

Otros han intentado apelar a sectores conservadores, sugiriendo que el PPD ha traicionado sus valores y que su candidato no es capaz de defenderlos. Esta crítica, sin embargo, pasa por alto un hecho crucial: Puerto Rico necesita líderes que puedan representarlos a todos, que sepan dialogar y llegar a consensos, no que se encierren en posturas extremas. Los partidos, al igual que los gobiernos, deben ser unos de puertas abiertas. Jesús Manuel Ortiz ha demostrado su capacidad para escuchar y respetar la dignidad de todo ser humano, sin excluir a nadie.

Es cómodo caer en la tentación de buscar una salida fácil, votando por opciones que prometen cambios populistas que apelan a la emoción y no a la razón. Pero peor aún es pretender que el país crea que las cosas que dicen algunos faltos de protagonismo histriónico son más importantes que lo que sienten y viven los demás. Puerto Rico no necesita saltar al vacío a ver qué tal nos va, sino un nuevo liderato con la capacidad de tomar decisiones informadas, que no se venda a intereses externos, y que ponga siempre a nuestra gente como eje central. El nuevo PPD ofrece una alternativa mucho más sólida, realista y ejecutable.

El Partido Popular Democrático ni se vende ni se doblega ante intereses ajenos al bienestar del pueblo. Esta siempre ha sido la finalidad de nuestro partido. En un momento en que otros partidos y candidatos buscan el apoyo de figuras externas que no comprenden la realidad del Puerto Rico de hoy, el PPD sigue siendo la colectividad que mejor representa el balance entre las diversas ideologías que componen nuestra sociedad y Jesús Manuel Ortiz es un reflejo de ese compromiso con la diversidad y el diálogo. La transformación de un nuevo PPD para un nuevo Puerto Rico ha comenzado.

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