Puerto Rico sigue cambiando aceleradamente. Pero los cambios ocurren mucho más rápido que la capacidad que tienen las instituciones para asimilarlos. El ámbito electoral no es la excepción. Aunque, como hemos visto, esa incapacidad de cambiar, en el caso del proceso electoral, ha sido más por diseño que por causas del azar. El Código Electoral fue aprobado unilateralmente por el Partido Nuevo Progresista (PNP) a cinco meses de los comicios del 2020. Así, se convirtieron por virtud de una ley en “partidos propietarios” y por eso actúan de esa manera: como si se tratara de una gran finca privada que explotan a su antojo.
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Hemos visto cómo siguen recusando electores, jóvenes en su mayoría, aunque no exclusivamente. Las irregularidades en el voto adelantado reveladas durante el 2020 se han multiplicado en estas elecciones. Se han denunciado casos de compra de votos y hasta de condicionar servicios públicos al voto por el PNP. Candidatos llevaron paquetes de solicitudes de voto adelantado a las juntas de inscripción a pesar de estar prohibido. Gestores llevan paquetes de votos a correos distantes de los lugares de residencia de los electores. Hay atrasos constantes con las máquinas de escrutinio, y la Comisión Estatal de Elecciones ha validado las propuestas del PNP para eliminar los controles del voto adelantado.
Sin embargo, por la experiencia del proceso electoral de 2020, el Movimiento Victoria Ciudadana ha estado vigilante, ha podido anticipar estas acciones y ha recurrido al tribunal para ofrecer garantías y mitigar en la medida de lo posible la desconfianza generada por el PNP ante el electorado. El Partido Popular Democrático, desprestigiado y decadente, se comprometió a derogar el Código Electoral y dar paso a un proceso participativo para adoptar un nuevo código. Pero, como siempre, fueron solo promesas.
La Alianza está comprometida con profundizar la democracia y tiene posibilidades de ganar las elecciones para la gobernación, para la alcaldía de San Juan y de aumentar su delegación legislativa, a pesar de los escollos del Código Electoral. Necesitamos una nueva mayoría para impulsar los cambios que el país necesita, incluidos los cambios al proceso electoral para democratizarlo. Por eso, cuento con tu voto este próximo 5 de noviembre. Dale paso a la esperanza, vota por la Alianza.