Opinión

Designaciones en la gestión pública

Lee aquí la columna del abogado estadista

Alejandro Figueroa + Columnista

En días recientes, se ha generado una controversia en cuanto a las designaciones que comienza a realizar la gobernadora electa Jenniffer González Colón. Específicamente, se comienza a cuestionar las designaciones que esta ha hecho para conformar el Comité de Transición y, a su vez, se le cuestiona insistentemente por designaciones para dirigir las agencias de gobierno.

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Para analizar el tema de las designaciones, me parece importante que, al menos momentáneamente, nos desconectemos de la política y pensemos en el espacio y deferencia que se les brinda a aquellos que son seleccionados para dirigir una empresa o un equipo de cualquier deporte profesional. En estos casos, la cabeza de la empresa o el gerente general o entrenador del equipo es seleccionado por un puñado de dueños o una Junta de Directores. Ese grupo de dueños y/o miembros de Junta, a su vez, ponen en manos del designado la responsabilidad de lograr los objetivos o metas trazadas y, para ello, le dan la deferencia para que conforme su equipo de trabajo. En ese sentido, se sabe o se parte de la premisa que, con la llegada de un nuevo “jefe”, se dan cambios que pueden ir desde las posiciones de liderato del equipo o empresa, hasta el resto de lo que conforma dicha organización, llámese supervisor, empleado, entrenador o jugador.

El brindarle menos espacio y deferencia a un funcionario electo, sea alcalde o gobernador, que de paso ha sido seleccionado mediante un proceso democrático por la mayoría de los que en él participan, es simple y sencillamente una aberración. Es el funcionario electo quien al final del día será responsable por los logros y desaciertos de la administración que dirige y, por ende, debe tener la capacidad de designar en posiciones de liderato a aquellos que piensa le brindan la mejor oportunidad de hacer una buena gestión.

Al permitir la deferencia en la composición de su equipo, los líderes electos pueden cumplir mejor su mandato, ya que pueden crear una estructura de gestión que esté en sintonía con sus prioridades estratégicas, estilo de trabajo y los desafíos específicos de su puesto.

Permitir que los funcionarios electos sean deferentes en el nombramiento de los jefes de las agencias puede ser beneficioso por varias razones:

1. Alineación de políticas: Los funcionarios electos a menudo son electos en función de una plataforma y una agenda con políticas públicas específicas. Al nombrar a los jefes de las agencias que comparten estos objetivos, pueden garantizar que las agencias implementen políticas que reflejen las prioridades del electorado.

2. Rendición de cuentas: Los funcionarios electos son responsables ante los votantes por el desempeño de las agencias gubernamentales. Cuando pueden nombrar a los jefes de las agencias, tienen más control sobre cómo se ejecutan las políticas y pueden ser responsables de los resultados.

3. Toma de decisiones simplificada: Cuando los funcionarios electos nombran a los jefes de las agencias, pueden crear un equipo de liderazgo con objetivos y estilos de comunicación compartidos. Esta alineación puede agilizar la toma de decisiones y permitir una implementación más eficiente de las políticas publicas de su plataforma de gobierno.

4. Mejora de la coordinación: Es más probable que los jefes de las agencias seleccionados por los funcionarios electos trabajen bien con otras partes de la administración, lo que facilita una mejor coordinación entre las agencias y reduce los obstáculos burocráticos.

5. Confianza pública y transparencia: Cuando los funcionarios electos determinan el nombramiento de los jefes de las agencias, ofrecen al público una línea transparente de responsabilidad desde el liderazgo electo hasta la gestión de la agencia. Esto puede aumentar la confianza pública en el gobierno a medida que se hace más claro quién es responsable de las decisiones políticas clave.

6. Adaptabilidad a las necesidades cambiantes: Los funcionarios electos a menudo están en sintonía con las necesidades y prioridades públicas cambiantes. Al tener la capacidad de designar a los jefes de las agencias, pueden garantizar que el liderazgo refleje las necesidades cambiantes de la sociedad, lo que permite a las agencias ser más receptivas.

7. Gestión eficaz de crisis: Durante las crisis, es crucial contar con un equipo unificado y receptivo. Los funcionarios electos que pueden designar a los jefes de las agencias pueden instalar más fácilmente a líderes con experiencia en la gestión de crisis, lo que garantiza respuestas más rápidas y coordinadas en momentos de necesidad.

8. Mejora de la moral y la cohesión: El nombramiento de los jefes de las agencias permite a los funcionarios electos fomentar un ambiente de equipo cohesivo y trabajar con líderes que apoyan su visión. Esto puede mejorar la moral y la motivación de la agencia para cumplir con las expectativas administrativas y públicas.

En última instancia, permitir que los funcionarios electos tengan deferencia en la selección de los jefes de las agencias ayuda a alinear el liderazgo de la agencia con el mandato otorgado por el pueblo, fomenta la rendición de cuentas y garantiza un enfoque más unificado de la gobernanza.

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