Corillo, esta es mi penúltima columna del año 2024. No es de ningún bochinche ni exclusiva, como los tengo acostumbrados. Siento la necesidad, ante el alza espantosa de feminicidios en Puerto Rico, de aportar algo positivo y que sirva de herramienta a muchas personas, todas las que sean posibles. Todos sabemos que el más reciente feminicidio fue el de la joven de 22 años Vanessa Lynmar Martínez García, estudiante de Derecho con un bachillerato en Psicología. Su cuerpo fue hallado, tras días reportada desaparecida, junto al de su pareja de 5 meses, Rubén Antonio Pagán Banchs en el apartamento de este en una urbanización de Ponce. Esto catalogado como un feminicidio-suicidio. Vanessa participó de varias campañas contra la violencia de género y en la sociedad. Uno de los talleres que recibió Vanessa fue por parte de la sobreviviente de violencia en el noviazgo, la activista y senadora electa Ada Álvarez Conde. Dicho taller era para crear promotores de paz. Hablé con Ada, quien la conoció y la recuerda con mucho dolor. Nos cuenta sobre su experiencia con Vanessa, su reflexión ante lo ocurrido y ofrece unas valiosas herramientas para erradicar la violencia machista, muchas de las cuales ha trabajado y otras que está formalizando desde la Legislatura. Herramientas que debemos aprender todos nosotros. Aquí mi entrevista a Ada Álvarez Conde:
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Ada, sé que conociste a Vanessa Lynmar ¿Cuál fue y cómo fue tu experiencia con ella?
“Entrené a Vanessa en Ponce, di unos talleres para crear ‘Promotores de Paz’ que llevaran el mensaje contra la violencia en el noviazgo. No me acuerdo de nada específico de ese día o detalles, fue hace 4-5 años, pero me quedé sorprendida con el mensaje que decía ‘hola Ada, nos entrenaste; comparte la noticia no aparece’.”
Como sobreviviente de violencia en el noviazgo ¿qué piensas de lo que le ocurrió?
“Me apenó mucho que ante mi experiencia lo primero que pensé fue lo que pasó. Sobretodo por el tema que surgió de que él no quería que pusieran un aire acondicionado sin él y ella lo hizo, esto fue una señal de que no le gustó que hiciera lo que ella quería. A veces digo que no quisiera saber tanto de esto, pero a la misma vez es un bálsamo cuando uno piensa en la gente que ha salido de esto gracias a esto. Pienso que la lección es que nadie está libre de caer ante las garras de una persona así, que es una cosa con la gente y otra con la pareja. Pensé:
La violencia en el noviazgo existe. La lucha no ha concluido.
El rol que tengo como senadora para poder hacer algo por eso y la carga de responsabilidad de hacerlo y buscar que hagan algo.
Y la clásica que genera mucho silencio, tristeza, que hace que uno reviva el pasado o tema brevemente el futuro,
‘Pude ser yo- puedo ser yo’.”
¿Cuáles señales de alerta en el caso de Vanessa crees que hubo?
“He tenido más información poco a poco, diría que lo primero es buscar que viviera independiente fuera de los padres.
Una señal es que te ponen en contra de tus padres o no quieren que hables mucho para que no cuentes y no se den cuenta. Han dicho que no quería divulgar el lugar donde vivía, así que ya eso es nebuloso. Hay gente que argumenta que él era volátil, pero una cosa es ser volátil con todo el mundo, otro machista, porque a otros quizás le grita pero él creyó que ella le pertenecía. Señal uno, la mamá lo señaló a él, “devuélvela”, no sabemos qué pasó antes pero la mamá sabía lo iba a ver - como cuando el caso Verdejo. También no dudo, que al tener armas, y al ella decirle a mamá que lo tenía controlado, haya amenazado con hacerle daño a su familia. Otra cosa, hemos visto la familia de ella, pero nada de la familia de él, quizás por bochorno, o quizás porque sabían algo, ya que no salieron a decir, ‘no haría algo así’- aún su amigo mencionó que como amigo era una cosa, y así es, pueden ser buenos con la gente y un infierno con su pareja. Aquí el tema es que quería dejarlo, en temas de dejarse, una persona controladora es cuando se altera, porque no quiere perder control, puede incrementar la violencia. Al principio pensé que le hizo encerrona, del “ay bendito, vamos a hablar”, hoy basado en otros elementos, creo que pudo haberlo premeditado y cuida´o que no fue un secuestro. Pero no sé, solo sé que saber no devuelve a Vanessa y tuvimos otro cobarde que arrebata la vida y evita la justicia legal, porque la divina tiene consecuencias. Si algo nos enseña esto es que puede pasarle a quien sea - creo que rompe el estigma de que solo es un perfil de agresores o víctimas y cómo podemos crear juicios solo por fotos, por rumores, por creencias. Nada justifica la violencia y creo que este caso estremeció a Puerto Rico porque no encontraron cómo justificarlo - quizás buscaron culpables- pero si llega a ser que estaba haciendo algo (como que estuviera con alguien) les daba menos pena. Triste es los comentarios que muestran todo el trabajo que hay que hacer cuando estaban hablando hasta de la hora, como para descifrar o culpar a la víctima más que al asesino.”
¿Cuáles otras señales de alerta no pueden ser ignoradas?
“Cuando alguien quiere moverse muy rápido. Cuando no quieren que estés en eventos de escuela / universidad. Cuando hay actos de celos profesionales. ¡Vean cómo pelea!
Si insulta, si prefiere alejarse para no herir.
¿Cuánto te cuida? Hace excusas o se disculpa realmente.
El tema de tener armas, ojo con eso.
No es malo tenerlas pero si uno ve que no tiene inteligencia emocional para disculparse o te culpa a ti o no le gusta perder - pues es una alerta y algo que no se puede dejar pasar;
dejar es difícil, pero dejar a un agresor es peor.
Y si ven que pierden control, hay más peligro.”
Estuviste en las exequias junto a la familia. ¿Cómo fue tu interacción con ellos? ¿Cómo describes lo que viviste allí?
“Repito, fue horrible.
- Mi responsabilidad en la Legislatura.
- Mi responsabilidad como mujer.
- Algo simple pero tan brutal como agradecer a Dios por un día de vida más y lo que pasé para poder ayudar.
- Viendo lo difícil que fue y las lágrimas de todos, no me quedó de otra que pensar que la fe era ese refugio que ayudará a la familia.
- Que no se mueren solo 2 personas en este caso, sino mucha gente con ellos, es un problema de salud pública.
- El papá al verme me dijo ‘promotores de paz mi hija te admiraba mucho’, me costó hablarle, lo admito, ahí lloré y quería darle fortaleza.
- Pude ser yo aquella vez. ¿Podré ser yo? ¿Quién será la próxima? ¿Hasta cuándo?”
Como senadora electa y activista contra la violencia de género ¿cuáles gestiones propones o ya estás trabajando para enmendar la Alerta Rosa, por petición de Juan Martínez, padre de Vanessa? ¿En qué consiste?
“Estoy redactando el proyecto, empecé con la Alerta Rosa pero veo que es un asunto sistemático que quizás impacta otras alertas, el punto es que para ‘romper la puerta’ se pide una orden de allanamiento y en este caso eso es con fiscales - se tardó 8 horas. No dejan a policías hacerlo. Hay que darle las herramientas a la Policía para que, ya que es emergencia, podamos plantear que es una situación de emergencia, y manejar esa agilidad.”
¿Cuál es tu llamado al gobernador de Puerto Rico y a la próxima gobernadora, Jenniffer González?
“Que la violencia no toma vacaciones y que ha empeorado. Tenemos que hacer algo estoy dispuesta a ayudar y los ojos están puestos en ella como segunda gobernadora mujer y creo que lo sabe pero espero que lo sepa, que esto es una pieza fundamental, no para las mujeres nada más, sino para nuestro futuro como sociedad. La casa debe ser nuestro espacio seguro. La violencia intrafamiliar es un problema de salud pública.”
¿Qué mensaje le quieres dar al pueblo ante tantos casos de feminicidios y violencia machista?
“La paz es posible. Hay que hacer nuestra parte. Merecemos vivir libres y sin miedo en una sociedad más justa y equitativa. Se empieza con uno; hay que sanar para que sanemos. Reconozca sus propias violencias, trabaje en eso y juntos hagamos un proyecto de País donde la violencia no sea la respuesta. Agárrese de la fe y camine.”