Opinión

UPR: politización desde arriba y desde abajo

Lee aquí la columna del periodista y director de Programación de NotiUno

¿Hay politización en la Universidad de Puerto Rico (UPR)? Sí. Nadie puede negarlo. Ahora bien, ¿de dónde viene? Pues quizás la respuesta dependerá de la persona a la que le pregunte. Yo soy producto de la UPR, así que no soy alguien ajeno al sistema que habla sin haber vivido experiencias.

Nuestro sistema educativo universitario está politizado desde arriba, o sea, desde el gobierno, pero también está sumamente politizado desde abajo. Me refiero a sectores que ven a la UPR como su trinchera política independentista. Pueden negarlo todo lo que deseen, pero la mayoría de la ciudadanía está clara que, según desde el gobierno los partidos pueden utilizar la universidad, la misma también es utilizada por fuerzas de izquierda e independentistas para llevar sus causas, activando como pretexto causas justas, pero para llevar mensajes sutiles y/o directos con connotaciones políticas. Llevamos años hablando de cómo el gobierno politiza el sistema, ¿y por qué no podemos hablar también de otros sectores que igual usan la IUPI como instrumento político e ideológico?

La UPR es el sistema universitario con más dinero para operar, pero en gran parte, por estos grupos se resiste a enfrentar las nuevas realidades fiscales. No digo que no haya reclamos justos porque en todas partes los hay, pero también hay reclamos que rayan en la irresponsabilidad.

Hace unas semanas, el ahora expresidente de la UPR, el doctor Luis Ferrao, cometió la “blasfemia” de poner sobre la mesa la consolidación de programas y/o recintos por falta de estudiantes que demanden esas ofertas o que establezcan “cuórum” suficiente para compensar el sostenimiento económico del campus. Quieren, en la universidad, lo que probablemente no aplican en sus vidas: gastar más de lo que ingresan. Y, de hecho, los que gastan más de lo que ingresan son los que terminan trepando las tarjetas de crédito hasta que llegan al tope y no pueden más, para luego declararse en quiebra porque no pueden con el empuje. ¿Eso es lo que queremos en la UPR? Vemos lo que ocurrió con el gobierno, y la receta de estos grupos para la UPR es la misma que quebró el aparato gubernamental: mantener el mismo gasto, o aumentarlo, mientras bajan los ingresos. Estos grupos en la UPR son tan irresponsables como los políticos que nos han llevado a la quiebra gubernamental. Aquí vemos que no solo los políticos no han aprendido mucho de lo que hemos vivido.

Claro que el discurso de que la educación es el futuro es cierto y que debemos fortalecerla es lo correcto, pero fortalecer la educación no es mantener un programa cuyo sostenimiento cuesta más que lo que puede ingresar con muy pocos estudiantes solicitándolo. Escuché a alguien de la Universidad mencionar que la poca demanda de estudiantes de un programa era porque al mismo le habían recortado presupuesto. Imagino yo a un estudiante pensando “no quiero estudiar esto porque le recortaron presupuesto”. Señores, no hay demanda de unos programas porque no hay interés, ¡punto!

Hace unos años, cuando acusaron a la exsecretaria de Educación Julia Keleher por el caso del remanente de una escuela en Santurce, que se cedió para la ampliación de una calle, el discurso de estos grupos independentistas fue que habían atentado nuevamente contra la educación de nuestros niños. El que escuchó eso en Cabo Rojo, Aguadilla o Ponce debe haber prendido de medio maniguetazo. Obviamente, porque no sabían, ya que no viven en el área, y porque esa parte la escondieron en el discurso, que ese remanente de la escuela era un pedazo de terreno con maleza que los estudiantes no utilizaban, y que esos estudiantes tenían una cancha bajo techo en excelentes condiciones detrás del plantel, así como un patio gigantesco con “glorieta”. También escondieron que la ampliación de la calle era para que toda la comunidad la utilizara porque lo que había de acera era casi nada y los residentes tenían que caminar por la vía de los vehículos. Todo eso fue escondido en la narrativa de que estaban “atentando contra la educación” por un pedazo de terreno enmalezado que nadie utilizaba. Así manipulan la opinión pública con la intención obvia que usted conoce. En la UPR, pasa igual a la hora de manipular la opinión pública.

Mencionaba el compañero Ferdinand Pérez, el lunes pasado, que mientras la UPR ha tenido 11 presidentes en los últimos 20 años, las otras tres universidades privadas han tenido dos en el mismo período. No han tenido las controversias constantes, los “paros” por relajar, sus campus están en mejor condición física, y todo con una fracción del presupuesto de la UPR. La inestabilidad en el sistema público universitario, con sus cambia y cambia de presidentes, hace imposible que el mismo pise en terreno firme y se ajuste a los tiempos. Sí, hay responsabilidad del gobierno, pero también de los sectores internos que ven las salidas de los presidentes como estrellas en el pecho porque creen que lograron algo.

El día que el gobierno quiera acabar de hundir a la UPR solo debe dejar el presupuesto disponible y nombrar en la presidencia y las rectorías a los líderes cuya filosofía es gastar más con el mismo presupuesto. Claro, yo estoy consciente que sus reclamos son que les mantengan el presupuesto o se los aumenten, aunque lo que haya sea un último mohicano estudiando allí. Quieren más dinero sin aumentar matrículas, más salarios con menos estudiantes pagando. En la UPR, tienen que bregar con realidades, como lo tiene que hacer todo el pueblo que es el que paga con sus contribuciones un sistema que esta politizado desde arriba por el gobierno y desde abajo por estos grupos ideológicos independentistas.

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