Puerto Rico enfrenta una crisis energética que se agrava con el tiempo. El estado de emergencia en nuestra infraestructura eléctrica no es nuevo, pero su solución sigue posponiéndose mientras el país sufre apagones constantes, tarifas elevadas y una dependencia insostenible de combustibles fósiles. Las recientes discusiones sobre la expansión de gasoductos y la presión para eliminar barreras regulatorias revelan un problema más profundo: la falta de una planificación energética integral, sostenible y libre de intereses particulares.
PUBLICIDAD
No podemos seguir improvisando con parches y soluciones a corto plazo. El desastre del huracán María evidencia la fragilidad de nuestro sistema eléctrico, y, desde entonces, la reconstrucción ha sido lenta y desorganizada. La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) sigue atrapada en un ciclo de deuda, burocracia y disputas políticas que impiden el avance de un modelo energético confiable y moderno. Mientras, LUMA ha sido un desastre, y la jueza de quiebras exige respuestas y plazos claros para resolver la crisis financiera de la AEE, lo que añade presión a un problema ya complejo.
Es imperativo que, como país, enfrentemos esta crisis con madurez y responsabilidad. No podemos permitir que los intereses económicos o políticos sigan dictando el futuro energético de Puerto Rico. La transición a un sistema más eficiente y resiliente no puede estar basada en medidas improvisadas ni en negociaciones opacas. Se necesitan decisiones bien pensadas, a base de estudios técnicos y en las mejores prácticas internacionales.
El llamado es a actuar con sensatez y urgencia. No podemos seguir normalizando los apagones ni resignándonos a pagar más por un servicio deficiente. La solución requiere inversión en infraestructura moderna, fuentes renovables y una administración transparente. La energía es un derecho fundamental y el motor del desarrollo económico y social del país. Dejemos a un lado el egoísmo y la politización del tema. Puerto Rico merece un futuro energético digno, y ese futuro comienza con decisiones firmes hoy.