La Junta de Control Fiscal ha anunciado en los pasados días lo que se presenta como un importante descubrimiento: el sistema de salud de Puerto Rico está en crisis.
Y usted, que lleva meses esperando por una cita, seguramente asumió la noticia en tono sarcástico. No ha descubierto nada. Siempre lo ha sabido. Lo sabe quien arrastra las consecuencias de la realidad del sistema de salud desde hace por lo menos una década. Ya lo han advertido los presidentes del Colegio de Médicos Cirujanos desde el actual, Carlos Díaz, hasta Eduardo Ibarra y el actual designado secretario de salud, Víctor Ramos. Sus diferencias de enfoque sobre el asunto de la salud son evidentes, pero, en lo que sí han coincidido es en la denuncia de un sistema que va haciéndose pedazos para efectos de las necesidades de los pacientes, mientras parece ir echando más dinero en los bolsillos de los dueños de las empresas.
Lo saben los estudiantes de medicina que se gradúan cada semestre de las universidades locales. Los mismos para los que no es secreto la escasez de especialistas, pero a quienes no se les permite integrarse a la práctica de la medicina en condiciones porque o sus números de proveedores tardan meses en ser emitidos por las aseguradoras o simplemente no se les admiten dentro de las redes de servicios mientras comienzan a llegar las cartas de cobro de los préstamos estudiantiles en los que han tenido que incurrir para terminar sus carreras. Lo saben los alumnos que pasan lo peor para lograr internados locales que les permitan poner lo aprendido en la academia en práctica.
También lo saben los pacientes a quienes los funcionarios de planes médicos, desde la comunidad de una oficina y como quien compara chinas con vidas, decide calculadora en mano que la receta o el tratamiento que le ha recetado el médico “no procede” y debe ser sustituido por lo que sea que a ese funcionario detrás del escritorio se le ocurra.
Todos lo saben. Y ahora también, para todos los efectos prácticos, también los integrantes de la Junta Fiscal. Entonces, ¿ahora qué? Porque para atender el asunto no hay nada más que estudiar. Los médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud han trazado la ruta a seguir y han presentado propuestas. Pero, entre otras cosas, la propia Junta Fiscal las ha frenado. Entonces, ¿Cómo atender la crisis que acaban de certificar si no se aprueban los proyectos destinados a atenderlas? Han sido múltiples. Como ejemplos, unos cuantos.
El proyecto de ley para prohibir a los planes médicos negar un servicio recetado
El proyecto que establece el regulador de los administradores de los servicios de farmacia o PBM
El proyecto que prohíbe a los planes médicos denegar solicitudes de manera arbitraria, y; el proyecto que prohibiría que Medicare advantage acuerde con los proveedores de servicios tarifas inferiores.
¿Qué ocurrió con todas las medidas? La Junta Fiscal, la misma que ha descubierto la existencia de una crisis, las frenó todas.
De igual manera quedan en el limbo iniciativas ampliamente discutidas y que, según los médicos, podrían ayudar a frenar el éxodo de especialistas y médicos. Iniciativas como las que proponen que las aseguradoras emitan los números de proveedores para médicos nuevos en 15 días como ocurre en Estados Unidos, la extensión de un incentivo contributivo de un 4% para los galenos y, en definitiva, la idea de cambiar de raíz el modelo de salud que arrastramos desde la década de 1990 y la incumbencia del entonces gobernador Pedro Rosselló. El propio nominado al Departamento de Salud, Víctor Ramos, ha declarado que el actual modelo es desastroso y debe ser enmendado. “Hay que cambiar el modelo de salud. El modelo de Manage Care que tenemos no sirve y no ha servido por los últimos 20 años, por lo tanto hay que cambiar ese modelo de salud”, dijo en su momento mientras presidía el Colegio de Médicos Cirujanos. “Para eso hay que cambiar el State Plan del Departamento de Salud (…) ese State Plan está hecho por y para las aseguradoras (…)”, añadió.
Entonces, ¿Qué exactamente es lo que debe estudiarse? ¿Qué parte es la que no se entiende sobre una crisis que nos ha acompañado por más de una década?
Ahora señoras y señores, basta de descubrir sobre lo descubierto como quien llueve sobre mojado. Lo que toca es actuar. No hacen falta más excusas.