La victorias electorales siempre se atribuyen a un sinnúmero de factores; sin embargo, el comeback de Donald Trump en el 2024 tiene una causa que supera a todas las demás y que ha sido subestimada: el cambio en el voto latino. Según las encuestas a boca de urna de CNN, Joe Biden superó a Trump entre los latinos de toda la Nación por 33 puntos, 65% a 32%. Cuatro años más tarde, la ventaja de Kamala Harris se redujo a solo 5 puntos, 51% a 46%. Ese cambio de 28 puntos es mucho mayor que el movimiento a favor de Trump entre los negros (2 puntos) o los asiáticos (12 puntos), y Harris solo pudo reducir la ventaja de Trump entre los votantes blancos en 2 puntos.
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El voto latino fue decisivo en la mayoría de los estados que cambiaron de Biden a Trump, y en ningún lugar más que en Nevada. En el 2020, la encuesta a boca de urna de CNN encontró que Biden aventajaba a Trump 61% a 35% entre los latinos, que representaban el 17% de los encuestados. Cuatro años después, los latinos eran el 18% de los encuestados y Trump aventajaba a Harris, 49% a 47%. Si asumimos que las encuestas a boca de urna reflejan los resultados reales, el cambio latino de Biden a Trump fue de 84,188 votos, muy por encima del margen de 33,596 de Biden en 2020.
El efecto fue menos dramático en Arizona, Georgia y Pensilvania, pero en todos esos estados el cambio en el voto latino fue suficiente para borrar el margen de Biden del 2020. Incluso sin Michigan y Wisconsin, el lograr salir airoso en esos cuatro estados habría sido suficiente para llevar a Trump a 287 votos electorales y la victoria en el 2024.
En Michigan, el voto latino fue decisivo a niveles nunca antes vistos. La proporción latina del electorado se duplicó, del 3% en 2020 al 6% en 2024, y pasó de una ventaja de 11 puntos para Biden (55% a 44%) a una ventaja de 21 puntos para Trump (58% a 37%). Eso se suma a un cambio de 89,804 votos, no lo suficiente para borrar el margen de 154,181 votos de Biden en el 2020, pero más que la ventaja de 80,103 votos de Trump en 2024.
En otras palabras, si bien el cambio latino no fue suficiente para que Trump ganara Michigan, era necesario mejorar el voto latino del Partido Republicano. Eso fue cierto en todos los estados indecisos, excepto en Carolina del Norte y Wisconsin. Si el voto latino no se hubiera movido, Harris habría ganado las elecciones con 293 votos electorales.
Los estados indecisos de hoy día no necesariamente decidirán las elecciones de mañana. Las encuestas a boca de urna mostraron que los latinos de Florida y Texas pasaron de ser una mayoría demócrata a una mayoría republicana entre el 2020 y el 2024, lo que disminuyó las esperanzas demócratas de lograr victorias eventualmente en esos estados. CNN no se molestó en encuestar a California y Nueva York en el 2024, pero ambos estados tienen grandes poblaciones latinas, y Trump redujo su margen de derrota en casi 9 puntos en el Golden State y más de 10 puntos en el Empire State. Aun así, perdió ambos por dos dígitos, pero los cambios reflejan que el Partido Republicano algún día podrían ser competitivos en ambos.
Los latinos están creciendo en número y, a diferencia de los votantes negros, no tienen una historia de 65 años de apoyo a los demócratas. En ese sentido, ninguno de los partidos puede darse el lujo de ignorar el voto latino y debe tomar los resultados del 2024 como una lección de las variaciones en el comportamiento de lo que se entiende pronto llegará a ser la minoría más importante en la Nación.