Opinión

Puerto Rico y el nuevo imperio americano

Lea la columna del sociólogo Emilio Pantojas García

Metro Puerto Rico
Emilio Pantojas Metro Puerto Rico

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Donald Trump no mencionó a Puerto Rico en su primer discurso presidencial al Congreso. Tampoco lo ha mencionado en ningún otro discurso. Habrá que conformarse con las menciones del presidente adjunto (deputy president) Elon Musk. Según este, la estadidad para Puerto Rico es parte de un plan del Partido Demócrata para apoderarse permanentemente de la mayoría en el Congreso.

En una de sus entrevistas con la prensa durante la “cumbre por la estadidad” en Washington, D.C., la gobernadora afirmó que si el imperio americano se va a expandir, Puerto Rico está listo. Jamás había escuchado una afirmación colonialista tan prístina de boca de una colonizada. Por eso reitero que la estadidad resuelve el problema del estatus pero no es una fórmula descolonizadora. La colonialidad es un estado del ser.

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El presidente Trump ha afirmado su deseo de que Canadá se convierta en estado y sugerido que se haga lo propio con Groenlandia. Los anexionistas boricuas dicen que no hay problema, que pueden ser el estado 53. Como buenos colonizados esperarán su turno mientras gritan desesperados para ser escuchados.

El silencio de Trump ante los anexionistas puertorriqueños es “estruendoso”. Trump quiere recuperar el Canal de Panamá, asumir control absoluto del comercio y los recursos de Canadá, y apoderarse sin empacho de los minerales raros del territorio autónomo de Groenlandia, que es parte del Reino de Noruega.

Entonces, por qué el silencio a los reclamos de los anexionistas puertorriqueños. Sencillo:

(1) Puerto Rico es un territorio quebrado y mal administrado sin recursos minerales estratégicos y en constante demanda de fondos federales adicionales.

(2) La ubicación geopolítica de Puerto Rico ha cambiado radicalmente, ya no somos pieza fundamental del complejo de “defensa nacional” del Atlántico Sur y las maniobras conjuntas de la OTAN. El rol de Puerto Rico se centra hoy en el control del tráfico de drogas, armas y personas, tarea de “Homeland Security”.

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(3) La mayoría estadista es un mito construido sobre la manipulación de estadísticas que enmascaran el voto real—44% en 2012, 97% en 2017, 53% en 2020 y 49% en 2024—ningún actor racional estadounidense compra la narrativa de “mandato mayoritario”.

(4) El 75% de los puertorriqueños votó por Kamala Harris en la elección simbólica impuesta por el PNP. Si usted cree que Trump y los trumpistas no lo saben es usted… [autocensurado].

Los silencios de Trump son tan elocuentes como los deseos de Jenniffer. Como dice Frantz Fanon en su libro “Los condenados de la tierra”: “El colonizado es un envidioso… no hay colonizado que no sueñe cuando menos una vez al día en instalarse en el lugar del colono”. (1969, p. 34). La condición de colonizados/as nos hace querer ser como el colonizador, ser parte del nuevo “gran imperio” trumpista. Es por eso que la respuesta de los/as colonizados/as puertorriqueños/as a la crisis de la colonia es intensificar la petición de estadidad, inventando mayorías abrumadoras y mandatos. Es cuestión de igualdad, nos dicen los/as más colonizados/as, mientras que en Estados Unidos crece el rechazo a todo lo que no sea blanco y anglosajón y recortan el gasto federal a troche y moche. Escuchemos la elocuencia de los silencios de Donald Trump y observemos las acciones de su “diputado”, Elon Musk.

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