Isaac Soto Santiago, un empleado de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencias de Aguadilla (OMME), salió a dar una ronda por el área urbana de la ciudad. Tenía la esperanza de ayudar a otros luego del embate del huracán María por la Isla.
Sin embargo, al llegar a su residencia se llevó una devastadora sorpresa, lo había perdido todo. Sí, su hogar, que se encontraba sobre el restaurante Buena Suerte, fue arrasado por los vientos del fenómeno atmosférico.
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Lo único, su perro
Ropa, utilería, electrónicos… todo se estropeó. Ahora lo único que le queda es El Pinto, un perrito chihuahua que se ha convertido en su familia.
“Wow fuerte, no es fácil empezar de nuevo y las lágrimas se le salen a uno, porque uno no se lo espera”, describió Soto Santiago en llanto.
Ahora le tocará comenzar de nuevo. Mientras, continuará ayudando a los demás como empleado de OMME.
“Sí, estoy solo. Pero poco a poco voy a ayudar a los más necesitados”, concluyó.