En su revancha en playoffs con los Raptors de Toronto, LeBron James resultó aún más letal que la vez anterior.
De hecho, James quizá sea ahora más letal que nunca.
James promedió 26 puntos por partido cuando Cleveland eliminó a Toronto para llevarse el título de la Conferencia del Este del año pasado en seis encuentros. Este año, James promedia 34.4 unidades, nueve rebotes y 7.1 asistencias en ocho juegos de postemporada.
Tales estadísticas no habían sido registradas por nadie a lo largo de una postemporada completa.
“Creo que entiende su momento”, indicó el coach de los Raptors, Dwane Casey, el sábado. “Pienso que va tras Michael (Jordan). Pienso que va tras los anillos. Eso es lo que hace un jugador de su nivel”.
Al pedírsele que comparara al James que encaró este año con el jugador que tuvo frente a frente el año pasado, el base de los Raptors DeMar DeRozan dijo que ha notado una clara diferencia.
“Parece mucho más rápido este año que el año pasado”, declaró DeRozan el sábado. “Ese hop step extra, todo lo que hace en la cancha. Uno puede revisar la estadística después del juego y ver que él sigue registrando 42 minutos por partido. Es increíble para alguien con tanto camino recorrido poder volver y lucir más ágil y veloz que el año anterior”.
Y ese camino no ha sido poco. A sus 32 años, James de antemano acumula 14 temporadas completas y más de 40,000 minutos de juego en su carrera. Aun así, parece que está tomando velocidad en lugar de desacelerar.
“Estoy muy impresionado”, señaló el entrenador de los Cavaliers, Tyronn Lue. “Desde la segunda mitad de la temporada, realmente ha alcanzado otro nivel. Empezó en la segunda mitad de la temporada regular y continúa en los playoffs. Sólo vamos detrás de él. La manera en que ha estado jugado es fenomenal. El lleva a cuestas a este equipo y todos están aportando y tratando de ayudarlo lo más que se pueda”.
Por su parte, James insiste en que tanto él como los Cavaliers aún tienen cosas por mejorar.
“Tenemos ante nosotros otro nivel”, reconoció James después de sumar 35 puntos en el cuarto encuentro de la serie el domingo, con el que Cleveland aseguró su segunda barrida consecutiva de una serie en esta postemporada. “Vamos a seguir trabajando en nuestros hábitos esta semana y veremos qué sucede. Aunque ganamos esta serie, hay cosas que podemos mejorar. Tenemos ante nosotros otro nivel y creemos poder alcanzarlo”.
Desde la remontada en la serie final del año pasado, los Cavaliers han ganado 11 juegos seguidos de playoff, dos menos que la marca de la NBA impuesta por los Lakers de Los Ángeles durante las postemporadas 1988 y 1989. Y nadie ha tenido un papel tan relevante en esa racha que James.