La policía de Curazao, en el Mar Caribe, busca a una treintena de personas que viajaban en un barco proveniente de Venezuela que se hundió frente a las costas de la isla.
Hasta el momento se recuperaron los cuerpos de cuatro personas -dos hombres y dos mujeres-, que podrían ser de nacionalidad venezolana.
La agencia Reuters asegura que hay sobrevivientes, aunque se desconoce su número.
Los guardacostas de Curazao dijeron que cada vez más barcos realizan el peligroso viaje desde Venezuela, país que está inmerso en una severa crisis económica y política.
La semana pasada, el presidente Nicolás Maduro cortó las rutas de transporte a los territorios del Caribe holandés para evitar el contrabando.
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Sobrecargado
El bote transportaba a unas 30 personas cuando salía de La Vela de Coro, en el noroeste del estado Falcón, en Venezuela.
Un político local dijo que los pasajeros tenían menos de 35 años y que algunos de ellos eran niños.
El barco, que se estima llevaba a más personas de las que debía, chocó contra las rocas no muy lejos de la costa de Curazao luego de un viaje de 128 km desde Venezuela en condiciones precarias, según relató un pariente de un sobreviviente citado por Reuters.
La crisis económica en Venezuela ha estado empujando a personas a realizar el peligroso viaje hasta Curazao y Aruba en busca de trabajo y mejores oportunidades.
Los venezolanos suelen viajar a las ciudades más prósperas de ambas islas para buscar empleo o productos básicos que no están disponibles en su país de origen.
Pero Aruba y Curazao han estado haciendo esfuerzos para tratar de frenar el creciente flujo de inmigrantes ilegales con más patrullas, arrestos masivos y deportaciones.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó la semana pasada el cese de todos los viajes aéreos y marítimos a las islas de Curazao, Bonaire y Aruba, para evitar el contrabando de productos venezolanos por parte de los que calificó como "mafias".