El ejército de Turquía continuó por tercer día su ofensiva militar contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) de Afrín, una región del norte de Siria que puede ser crucial en la lucha contra el autodenominado Estado Islámico.
Medios turcos afirman que el ejército, acompañado por rebeldes sirios, tomó control de varias áreas en la región el lunes. Pero los combatientes kurdos afirmaron posteriormente que recuperaron dos de los poblados.
Según activistas sirios, al menos 18 civiles han muerto hasta ahora por el fuego turco, pero Ankara niega los informes.
Turquía sostiene que esta organización es un "grupo terrorista". Pero Estados Unidos la respalda por considerarla un actor clave en la recuperación de zonas sirias que estaban en poder de Estado Islámico.
Estados Unidos pidió "moderación" a Turquía para evitar bajas civiles. Y el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a un debate de emergencia este lunes para discutir la situación.
Ankara ha condenado el apoyo de Washington para el YPG y las acciones de Turquía colocan a ambos aliados de la OTAN en un rumbo de choque.
¿Qué está pasando?
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió "aplastar muy rápido" al YPG y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que desde 1984 lucha por la creación de un Estado kurdo independiente en parte de Turquía, Irak, Irán y Siria.
"Nuestros aviones despegaron y comenzaron a bombardear. Ahora, la operación en tierra está en marcha. Vemos cómo los YPG… están huyendo de Afrin", dijo. "Los perseguiremos. Si Dios quiere, completaremos esta operación muy rápidamente".
Turquía asegura que el YPG tiene vínculos con el proscrito PKK y durante meses ha estado amenazando con expulsar a los combatientes kurdos de Afrín y de la ciudad de Manjib, a unos 100 km de distancia.
El YPG y sus aliados de las Fuerzas Democráticas Sirias niegan tener algún vínculo terrorista, y Washington apoya esa afirmación.
Turquía afirma que el objetivo de su ofensiva es establecer una "zona segura" de 30 kilómetros en el interior de Siria.
Unos 25.000 combatientes rebeldes del Ejéricto Libre Sirio (FSA) se unieron a la ofensiva en el lado turco, dijo a Reuters el comandante rebelde Maj Yasser Abdul Rahim. No está claro cuántos soldados turcos participan de la ofensiva terrestre.
El lunes se informó que los poblados de Shankal, Oorne, Bali y Adah Manli fueron capturados junto con varias áreas rurales cercanas, según la agencia estatal de noticias turca, Anadolu.
Pero el Observatorio para Derechos Humanos, un organismo basado en Londres, indicó que el YPG expulsó a las tropas turcas de dos de estas localidades.
¿Hubo víctimas mortales?
Hay informes de muertes en ambos lados.
El YPG dijo que al menos cuatro soldados turcos y 10 combatientes rebeldes sirios que los apoyaban murieron en enfrentamientos el domingo por la mañana, pero no hubo confirmación por parte de Turquía.
El Observatorio para Derechos Humanos, basado en Londres, indicó que 11 civiles murieron el domingo en los ataques turcos y al menos hubo otras nueve muertes el sábado, seis civiles y tres combatientes.
Ankara, sin embargo, declaró que todos los muertos eran militantes kurdos.
Al menos dos misiles kurdos atacaron la ciudad fronteriza turca de Kilis en las últimas 24 horas, y hubo informes de al menos una muerte después de que se dispararan otros tres en otra ciudad fronteriza, Reyhanli, el domingo.
El ejército de Turquía ha estado bombardeando la región de Afrin desde el jueves, una acción que, según dijo, fue en respuesta a los disparos provenientes del área.
¿Cómo reaccionaron los jugadores clave?
Las potencias occidentales, incluidas Estados Unidos y Francia, pidieron moderación y el Consejo de Seguridad de la ONU realizará un debate de emergencia el lunes.
"Nos advirtieron antes de lanzar el avión que iban a hacerlo, en consulta con nosotros. Y estamos trabajando ahora en el camino a seguir", dijo este domingo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis.
"Vamos a resolver esto", agregó.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, condenó la incursión del domingo y dijo que "la brutal agresión turca" en Afrin era parte de la política de "apoyo al terrorismo" de Turquía en Siria.
Rusia, un aliado clave del presidente Assad, también dijo que le preocupaban las noticias y retiró algunas de sus tropas con base en el área.
Moscú exigirá a Turquía que suspenda sus operaciones militares en la reunión de la ONU, según el senador ruso Frants Klintsevich, vicepresidente del comité de defensa y seguridad.
Irán, otro aliado de Siria, pidió un rápido final de la operación "para evitar una profundización de la crisis" en la región fronteriza entre los dos países.
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