El sospechoso de una serie de ataques con paquetes bomba en Austin, Texas, murió tras una amplia operación policial.
El individuo falleció tras detonar un artefacto cuando la policía se acercó a su automóvil.
El incidente siguió a cuatro ataques con bomba desde principios de marzo, que dejaron dos muertos y cuatro heridos.
Un quinto explosivo estalló en la madrugada de este martes en un centro de distribución de la empresa de mensajería Fedex, en la localidad de Schertz, a 100 kilómetros al sur de Austin.
El paquete, lleno de clavos y esquirlas, estaba programado para enviarse a Austin. Una persona resultó herida pero no requirió tratamiento.
¿Cómo se desarrollaron los acontecimientos?
El martes, la policía de Austin usó imágenes de una cámara de vigilancia del establecimiento de FedEx para identificar al sospechoso.
Las autoridades lograron más tarde localizar su vehículo. Cuando los agentes de policía se aproximaron, el sospechoso detonó una bomba, que hirió a un agente. Otro de los efectivos abrió fuego.
La policía confirmó más tarde que el sospechoso murió por causa de la explosión. Las autoridades deben confirmar su identidad e informar a sus familiares antes de difundir su nombre.
Desde un inicio, las autoridades consideraron que detrás de la serie de ataques que estremeció Austin desde que se produjo la primera explosión, el 2 de marzo, había una conexión.
Al principio se pensó podría haber un motivo racial, dado que los dos fallecidos y una de las heridas eran afrodescendientes, mientras otra de las lesionadas era latina.
Sin embargo, los heridos en el penúltimo ataque, registrado el domingo, fueron dos jóvenes blancos, lo que supuso un cambio.
El FBI ha iniciado una investigación.
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