Hizo su carrera en los pasillos del Congreso. Originalmente quería ser embajador, pero las vueltas de la vida lo llevaron a poner en práctica sus habilidades como cabildero y empresario.
Aprendió a navegar entre el poder político y el poder económico, un talento que le abrió espacio para fundar su propio canal de televisión y comenzar una serie de inversiones que lo llevarían a convertirse en el primer "multimillonario" negro de Estados Unidos.
Su nombre es conocido en la Casa Blanca, el Capitolio, el Club de Golf de Donald Trump, la casa de los Clinton.
Robert L. Johnson, quien ha sido un histórico donante del Partido Demócrata, ha invertido en hoteles, restaurantes, propiedades, la NBA y la banca.
El empresario, que se ha visto envuelto en amargas batallas legales por dinero con personas de su círculo cercano, también un personaje mediático que a veces genera polémica con sus declaraciones.
Como la que hizo hace unos días, cuando dijo que el gobierno de Donald Trump ha beneficiado económicamente a los afroestadounidenses.
De limpiar el piso a Princeton
El padre de Johnson cortaba y vendía madera, mientras que su madre era profesora en una escuela de Mississippi. Más tarde se mudaron a Illinois en busca de mejores oportunidades y encontraron trabajo en una fábrica.
Su primer trabajo fue como distribuidor de periódicos cuando era niño y a los 19 años trabajó en una tienda llamada Burgess Battery. "Mi trabajo era mantener el piso limpio", dijo Johnson.
En poco tiempo se aburrió y puso en la mira el ingreso a la universidad.
Primero entró a la Universidad de Illinois, donde descubrió que quería hacer una carrera diplomática y convertirse en embajador.
Con ese objetivo en mente, se fue a cursar una maestría en Estudios Internacionales en la Universidad de Princeton.
Cómo hizo su fortuna
Terminados los estudios, se fue a vivir a Washington D.C., donde consiguió un trabajo como asistente en el Congreso y luego un empleo como vicepresidente de la Asociación deTelevisión por Cable.
Cuando aprendió cómo funcionaba el negocio televisivo, se propuso crear su propia estación y así fue como en 1980 fundó Black Entertainment Television (BET), un canal dirigido al público afroestadounidense.
Para poner en marcha el proyecto, Johnson convenció al magnate de la televisión por cable, John Malone, para que invirtiera en su compañía.
Una década después, su canal de televisión se convirtió en la primera empresa con un dueño afroestadounidense que entró a la Bolsa deNueva York.
La firma siguió creciendo hasta que Johnson la vendió, convirtiéndose en el primer multimillonario negro de Estados Unidos en 2001, con una fortuna estimada en aquel entonces en US$1.300 millones.
Johnson continuó como director ejecutivo de la compañía hasta 2005, mientras desarrollaba en paralelo otros negocios. Uno de ellos fue la compra de un equipo de la NBA, los Charlotte Bobcats, pero como el valor comercial del equipo comenzó a caer, le vendió sus acciones a la leyenda del baloncesto Michael Jordan.
"La mejor decisión que he tomado desde que compré los Bobcats fue convencer a mi amigo Michael Jordan de que invirtiera en el equipo", dijo el empresario.
Los negocios de Johnson iban bien, hasta que la crisis financiera internacional de 2008 le dio un duro golpe y redujo su fortuna a menos de la mitad.
En adelante, el magnate salió de la lista de multimillonarios de Forbes y se le hizo difícil recuperar su fortuna.
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Actualmente es dueño y presidente de la empresa de gestión de activos financieros RLJ Companies y participa en varios directorios.
Acusado por trabajadores y familiares
Su historia de éxito no ha estado exenta de duras críticas. Familiares, examigos y exsocios, han dicho que es una persona extremadamente ambiciosa.
Los tres vicepresidentes originales de su canal de televisión, incluyendo a una hermana y una novia, lo demandaron ante la justicia en 1992, alegando que las engañó económicamente.
Johnson negó las acusaciones, pero finalmente tuvo que pagarles cerca de US$4 millones para llegar a un acuerdo.
En otro caso, un grupo de 65 trabajadores del canal lo denunciaron por prácticas antisindicales, además de extensas jornadas laborales y bajos sueldos.
Su apoyo a Trump
Aunque en las últimas cuatro décadas Johnson se dedicó a los negocios, nunca dejó el cabildeo político, y en la medida que incrementó su fortuna, más alto llegó a posicionarse entre congresistas y funcionarios de la Casa Blanca.
La semana pasada, Johnson dijo que las condiciones laborales de los afroamericanos han mejorado con las políticas económicas de Trump.
"En más de 50 años, nunca se habían dado estas dos cosas: un nivel tan bajo de desempleo y una disminución de la brecha entre el desempleo de blancos y afroamericanos".
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El empresario elogió el actual clima de negocios en su país y destacó la rebaja impositiva del gobierno. "Creo que la economía está siguiendo un camino de fuerte crecimiento", dijo Johnson.
Pese a las simpatías que puede mostrar para uno y otro lado, el empresario suele expresar una visión bastante pragmática cuando le habla a los electores afroamericanos.
"Deberíamos usar el poder de nuestro voto para apoyar y elegir a cualquier partido que responda mejor a nuestros intereses", escribió Johnson, un hombre que siempre ha usado un tono directo para decir lo que piensa y que a pesar den sus 75 años, no parece tener intenciones de retirarse.
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