Las limonadas de Mikaila Ulmer se venden en más de 500 tiendas en Estados Unidos.
Su negocio ha sido un éxito, pero en sus clases de matemáticas no le ha ido tan bien. Todo porque debe hacerse cargo de un negocio es un trabajo de tiempo completo.
Con apenas 13 años, la directora ejecutiva de la compañía Me & The Bees Lemonade, se ha dado cuenta que tiene que dejar un poco de tiempo para estudiar.
El rápido ascenso de su marca la ha obligado a asistir al colegio un día y a dar una conferencia sobre emprendimiento al siguiente.
"No es lo más fácil, eso es seguro", cuenta.
"A veces tengo que perder mis clases para dar una entrevista o viajar para estar en un programa de televisión. O pierdo una presentación importante porque tengo que hacer un proyecto o hago un examen".
Ahora vende 360.000 botellas de su limonada al año, que distribuye en grandes cadenas de supermercados como Whole Foods.
Es una de las más jóvenes dueñas de una empresa en EE.UU.
Picaduras
Aunque parezca increíble, ha estado preocupada por su negocio en Austin, Texas, desde que tenía cuatro años.
Con la ayuda de sus padres, empezó a vender su producto en 2009. Ese año puso una mesa frente a la casa de su familia y empezó a vender limonada con una receta de su bisabuela de los años 40.
La receta -que contiene miel- la puso en la difícil situación de recibir dos picaduras de abeja en apenas dos semanas.
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Sus padres le dijeron que en vez de salir corriendo cada vez que viera una abeja, las investigara para tratar de comprender el importante rol que juegan en la polinización y los ecosistemas.
Esto la inspiró a donar parte de sus ventas a organizaciones que protegen a las abejas.
En poco tiempo, la empresa comenzó a vender a un local de pizza del barrio y desde ese momento, siempre ha donado el 10% de sus ganancias a la conservación de esos insectos.
Pero cuando sus padres asumieron un papel más activo en el negocio, surgió la pregunta de quién está al mando del proyecto.
"Yo hacía todo sola al comienzo", dice. "A medida que el negocio empezó a crecer, tuve que reconocer que no podía hacerlo sola. Ahí fue cuando le pregunté a mis padres cómo conseguir un logo, un fabricante, y distribuir en más tiendas".
El hecho de que sus padres tengan estudios superiores de negocios, claramente la ha ayudado.
D’Andra, su madre, se ha especializado en marketing y ventas, mientras que su padre, Theo, trabaja en el área de operaciones.
Pese a ello, la madre cuenta que ninguno tenía experiencia en el sector de comidas y bebidas.
Para Mikaila se trata de hacer trabajo en equipo.
"Hemos considerado compartir la dirección ejecutiva porque yo tomo ciertas decisiones que mis padres no tomarían, y ellos toman otras que yo no habría tomado", dice.
"Soy joven… no sé todo, entonces definitivamente consideraré sus consejos y opiniones".
"Misión social"
El gran salto del negocio se produjo cuando Mikaila tenía apenas nueve años. En ese momento recibió el contrato para proveerle su producto a la cadena Whole Foods.
"Mikaila y su empresa nos llamaron la atención de distintas maneras", dice Jenna Gelgand, representante del supermercado.
"Tenía un producto único con un sabor genial, además de una fundadora fuerte y apasionada, y con una importante misión social".
"Estábamos impresionados con Mikaila como emprendedora joven y con su visión de crear conciencia sobre la importancia de las abejas", agrega.
La niña fue invitada a varios programas de televisión y consiguió financiamiento de inversionistas como Daymond John y un grupo de futbolistas profesionales.
Mikaila ha ganado numerosos premios y ha sido destacada por figuras como el expresidente de EE.UU. Barack Obama.
Cuando aún estaba en la Casa Blanca, la invitó a la sede de Gobierno y a un encuentro de mujeres.
La emprendedora proyecta hacer nuevos negocios, pero sus estudios también forman parte de sus planes.
"Quiero crear nuevas empresas, a veces tener una sola se vuelve un poco aburrido", cuenta.
"Me gusta pensar nuevos nombres y nuevos logos, esa es la parte más divertida. También me pongo un poco nerviosa al pensar en la secundaria, pero espero tener nuevos amigos y no vestir uniforme".
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