Para el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el "atentado" del que fue objeto el pasado 4 de agosto es un asunto para el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El mandatario dijo la noche del sábado que estaría dispuesto a que agentes del FBI ingresen al país sudamericano para realizar investigaciones del intento de asesinato en su contra que denuncia su gobierno.
"Si el gobierno de Estados Unidos ofreciera y ratificara su ofrecimiento de cooperación del FBI para la investigación de los vínculos de la Florida con el plan del asesinato y el atentado terrorista del 4 de agosto, yo lo aceptaría", señaló.
"Yo estaría de acuerdo que venga el FBI y participe en la investigación", declaró el presidente.
Funcionarios de EE.UU. han dicho que su país cooperará con las indagatorias, pero hasta ahora no se conoce una propuesta de que agentes del FBI visiten Venezuela.
Maduro encabezaba la tarde del 4 de agosto un acto militar en Caracas cuando ocurrieron detonaciones en las inmediaciones del escenario desde el que pronunciaba un discurso.
El presidente resultó ileso, pero siete militares sufrieron heridas.
Luego de un par de horas de investigación, el gobierno venezolano aseguró que el presidente fue víctima de un "atentado" perpetrado por opositores de la ultraderecha de su país en asociación con el exterior.
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Maduro dijo que se sabe que las personas involucradas habían huido a Florida (EE.UU.), Perú y Colombia.
Acusó al expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, de coordinar el ataque.
Un legislador opositor, Juan Requesens, se encuentra entre varias personas detenidas como parte de las investigaciones venezolanas.
Extraño acercamiento
El acercamiento con Estados Unidos del líder venezolano es inusual, pues Maduro regularmente acusa a ese país de apoyar a la oposición a su gobierno.
Los dos países han tenido una relación tensa desde hace mucho tiempo.
Cuando Maduro fue reelecto en mayo, el gobierno de Estados Unidos aumentó las sanciones económicas contra Venezuela, pues considera que la votación no fue libre ni justa.
Sin embargo, en un discurso televisado la noche del sábado, el presidente Maduro sorprendió a muchos al decir que aceptaría la ayuda de EE.UU. para investigar el presunto complot en su contra.
Dijo que había células "terroristas" en Florida que maquinaron el plan para matarlo, las cuales deben ser desmanteladas.
"No creo que el presidente (de EE.UU.) Donald Trump proteja y ampare asesinos que utilizan el territorio de los Estados Unidos para ordenar un ataque con bombas terroristas y un asesinato de las más altas autoridades civiles y militares de Venezuela, incluyendo al presidente", dijo Maduro.
El gobierno venezolano quiere asegurar la extradición de su principal sospechoso, Osmán Delgado Tabosky, quien vive en Miami, Florida.
El canciller Jorge Arreaza se reunió la semana pasada con el jefe de la diplomacia estadounidense en Caracas, James Story, a quien le solicitó ayuda.
También pidió al gobierno peruano que extradite a los sospechosos que están en ese país.
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