Sus creadores lo llaman, simplemente, "el Nuevo Premio de Literatura". Pero muchos en Suecia lo bautizaron como el "Nobel alternativo".
Este galardón internacional de nueva creación, cuyo ganador se anuncia el viernes 12 de octubre en Estocolmo, aspira a llenar, al menos por un año, el hueco dejado por el Nobel de Literatura, suspendido por primera vez en casi siete décadas.
Pero ¿quién lo organiza? ¿Y por qué consideraron que era necesario otro premio?
Sin Nobel, por primera vez en casi 70 años
El pasado mes de mayo, la Academia Sueca comunicó la cancelación del reconocimiento más prestigioso de las letras. La credibilidad de la institución que lo otorga, se argumentó entonces, estaba en entredicho.
Un reportaje publicado por el diario sueco Dagens Nyheter a finales de abril destapó acusaciones de acoso sexual ra 18 mujeres por parte de Jean-Claude Arnault, marido de una miembro de la Academia y una figura influyente y cercana a los académicos.
A Arnault también se lo acusó de haber filtrado los nombres de los ganadores del Nobel en 2005 y 2016.
A finales de septiembre, el francés, que se presenta como fotógrafo, fue condenado a dos años de prisión por violación.
"Harta de los escándalos"
Ante el escándalo que hizo temblar a una de las instituciones más antiguas y respetadas del país nórdico, un grupo de personas pensó que "la literatura no tenía por qué ser la que recibiera el castigo".
Así nació la Nueva Academia, la organización sin ánimo de lucro detrás del Nuevo Premio de Literatura.
"Cuando anunciaron que iban a cancelar el Nobel de Literatura, me pregunté por qué los autores y la literatura tenían que pagar ese precio. Pensé: ’ya basta’. Y no era la única harta de los escándalos de la Academia Sueca", le cuenta a BBC Mundo Alexandra Pascalidou, fundadora de la iniciativa.
"En ese momento empecé a llamar a personalidades de la cultura, autores, actores, dramaturgos, gentes muy variadas en cuanto a clase, origen cultural y edad", agrega la escritora y periodista.
Una organización "independiente"
La Nueva Academia se declara "política y económicamente independiente", sus impulsores son voluntarios que, de acuerdo con Pascalidou, "no cobran un céntimo" y la financiación se obtiene a través de crowdfunding.
Su principal objetivo es -según se puede leer en su página web- "garantizar que se entregue un premio literario internacional en 2018, pero también recordar que la literatura debe asociarse a la democracia, la tolerancia, la empatía y el respeto".
Pascalidou señala también que se quieren distanciar del secretismo que rodea la elección del Nobel con un sistema de elección y entrega del galardón "democrático" y "transparente".
Votación abierta
Sin embargo, la Nueva Academia no renunció al suspenso de no saber el nombre del premiado hasta el último momento.
El recorrido empezó en mayo, cuando se invitó a los bibliotecarios de Suecia a elegir a los candidatos. El resultado fue una lista de 47 nombres que se publicó en julio.
La selección fue ecléctica. A nombres consagrados como el japonés Haruki Murakami, la canadiense Margaret Atwood o el israelí Amos Oz se les sumaron novelistas emergentes, escritores de bestsellers como J.K. Rowling y cantantes como Patty Smith.
Entre los nominados, un número similar de mujeres y hombres procedentes de 15 países, no se encontraba ningún autor en lengua española.
A partir de ahí, y hasta el 14 de agosto, se abrió un periodo de votación online en el que cualquiera pudo participar.
Murakami dijo no
Los cuatro autores más votados fueron el japonés Haruki Murakami, el británico Neil Gaiman, la guadalupana Maryse Condé y la canadiense de origen vietnamita Kim Thúy.
Sin embargo, Murakami, uno de los favoritos en los últimos años para ganar el Nobel, pidió que su nombre fuera retirado de los finalistas.
"Nos escribió una carta muy bonita en la que nos decía que se sentía muy honrado. Pero en los últimos años muchos periodistas de todo el mundo lo molestaron con preguntas y especulaciones sobre el premio Nobel", explica Pascalidou.
"Está cansado de eso. Nos dijo que prefería concentrarse en escribir y en estar tranquilo. A nosotros nos pareció bien. Nadie está obligado a participar. Tuvimos tres finalistas y estuvieron muy contentos y entusiasmados", apunta.
El nombre del ganador -elegido por un panel compuesto por cuatro expertos- se hará público a las 12 del mediodía en una gala celebrada en la capital sueca.
¿Un Nobel alternativo y efímero?
En diciembre, en otra ceremonia, se hará entrega del reconocimiento, que estará dotado de una cantidad de dinero por determinar.
"Aún no sabemos cuánto será el premio porque estamos recogiendo dinero hasta el último día. Lo que sea que recaudemos se le dará al ganador", explica Pascalidou.
Cuando se le pregunta si la Nueva Academia y su Nobel alternativo celebrarán una segunda edición, la respuesta de la periodista sueca de origen griego es "no".
"Estamos exhaustos", afirma. Pero su rotundidad tiene matices.
En el momento se anunció la suspensión de la entrega del Nobel, la Academia Sueca aseguró que el año que viene se otorgarán los galardones correspondientes a 2019 y 2018.
"Si no es así, pensaremos en qué hacemos o si hacemos algo diferente. No lo sé. Lo que sí creo es que la de este año fue una iniciativa increíble y única", concluye.
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