Una serie de misteriosas luces brillantes que se movían muy rápido en el cielo llevó a Irlanda a abrir un "proceso normal de investigación confidencial de sucesos".
Así lo indicó la Autoridad de Aviación Irlandesa (AAI, por sus siglas en inglés) que está analizando los reportes de avistamiento de luces en la costa suroeste de ese país.
El avistamiento ocurrió el pasado 9 de noviembre a las 06:47 hora local, cuando una piloto de la aerolínea British Airways contactó al control de tráfico aéreo de Shannon.
Quería saber si había ejercicios militares en el área, pues había algo "que se movía muy rápido", pero el controlador le dijo que no había operaciones aéreas de ese tipo.
La piloto aseguró que había una "luz muy brillante" y que la fuente que la originaba había pasado por el lado izquierdo de la aeronave antes de "virar rápidamente hacia el norte".
Se preguntaba qué podría ser.
Otro comandante de un avión de Virgin Atlantic también se unió a la conversación y sugirió que podría ser un meteoro u otro objeto que reingresaba a la atmósfera terrestre.
Señaló que había "múltiples objetos siguiendo el mismo tipo de trayectoria" y que eran muy brillantes.
Y pudo ver al menos "dos luces brillantes" a la derecha que se alejaron a toda velocidad.
Uno de los pilotos en la conversación también dijo que la velocidad era "astronómica" equivalente a un Mach 2, lo que significa el doble de la velocidad del sonido.
Luego de que los reportes sobre actividad aérea inusual de múltiples pilotos, la AAI informó que se abrió la investigación.
Un portavoz del aeropuerto de Shannon optó por no hacer comentarios mientras la investigación está en curso.
¿Qué pudo haber sido?
Apostolos Christou, un astrónomo del Observatorio y Planetario de Armagh, en Irlanda del Norte, dijo que lo que los pilotos vieron fue probablemente un pedazo de polvo que entraba en la atmósfera terrestre a una velocidad muy alta.
"Posiblemente debió ser lo que se denomina comúnmente como estrellas fugaces", dijo.
"Parece que la cosa era extremadamente brillante, por lo que debe haber sido una pieza de material bastante grande. No puedo afirmarlo solo con la descripción de los pilotos, pero podría haber sido del tamaño de una nuez o una manzana", apuntó.
El astrónomo dijo que noviembre tendía a ser un mes en que este tipo de actividad espacial es muy frecuente.
"También parece que había fragmentos que salían del objeto y volaban más allá del avión. Eso es lo que uno esperaría si fuera una roca particularmente grande del espacio que golpea la atmósfera: tendería a fragmentarse", explicó Christou.
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