La advertencia es clara: hay que hacer algo pronto o el calentamiento global producirá daños irreversibles en nuestro planeta.
Por eso, representantes de cerca de 200 países se reúnen a partir de este lunes en Polonia para discutir sobre lo que ocurre con el clima y para darle un nuevo aliento al Acuerdo de París, firmado en 2015.
Naciones Unidas advirtió que la meta establecida de evitar que la temperatura suba 2℃ por encima de los niveles previos a la revolución industrial corre peligro de no cumplirse.
Y ello es debido a que las grandes economías del planeta, como Estados Unidos y los países de la Unión Europea, no han cumplido en su totalidad con las exigencias del tratado de París.
Además, científicos del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) -el organismo internacional que lidera la lucha contra el calentamiento global- declaró hace unos días que la meta de 2℃ acordada en París no es suficiente.
Según el IPCC, el aumento de la temperatura global no debe ser mayor a 1,5℃.
Con esos datos a la vista, ¿cómo es la situación actual del calentamiento global en el planeta?
En BBC Mundo te mostramos cinco gráficos que retratan lo que está ocurriendo.
1. El mundo continúa calentándose
El mundo actualmente está un grado centígrado más caliente que antes de que irrumpiera la industrialización, de acuerdo a la Organización Mundial Meteorológica (WMO, por sus siglas en inglés).
La temperatura global promedio para los primeros 10 meses de 2018 fue 0,98 grados por encima de los niveles que existían entre 1850 y 1900, de acuerdo a registros de cinco organismos independientes.
Los 20 años más calurosos de la historia desde que comenzaron las mediciones han sido registrados en los últimos 22 años. Y los registros de 2015 a 2018 ocupan los primeros cuatro lugares.
Si esta tendencia continúa, la temperatura global aumentará entre 3℃ y 5℃ para el año 2100.
Aunque un grado centígrado no suene como mayor cosa, de acuerdo al IPCC si los países fallan en cumplir con la meta, el planeta enfrentará un cambio catastrófico: aumentará el nivel de los mares, la acidez de los océanos se incrementará y nuestra capacidad de sembrar alimentos estará en peligro.
2. El 2018, el año de muchos récords
En este año se han alcanzado altas temperaturas nunca antes registradas en distintas partes del planeta, además de prolongados periodos de clima caliente.
En extensas partes del hemisferio norte se ha visto una seguidilla de olas de calor – en Europa, Asia, Norte América y África-, como consecuencia de un sistema de alta presión que ha creado lo que los expertos denominan un "domo de calor".
En el periodo que se muestra en este mapa (desde mayo hasta julio de 2018), los puntos amarillos muestran dónde se rompió un registro de temperatura máxima en una fecha determinada; el color rosa indica los lugares más calurosos en el mes que se muestra y el rojo oscuro representa el lugar más caluroso desde que comenzaron los registros.
La preocupación es que tales periodos prolongados de climas calientes y fríos en estas regiones -y por extensos plazos- se están dando de un modo más frecuente debido al cambio climático.
3. No estamos en camino de cumplir con las metas acordadas
Si sumamos todas las promesas de reducir las emisiones de dióxido de carbono firmadas en el Acuerdo de París, el mundo todavía tendrá temperaturas más altas por encima de los 3℃ para cuando llegue el final de este siglo.
En los últimos tres años, los científicos dedicados a estudiar el cambio climático han rescrito la definición de lo que constituye un límite "seguro" del calentamiento global.
Durante décadas, los investigadores del tema han argumentado que la temperatura global no debe aumentar más de 2℃ para el final del siglo si se quiere evitar un impacto irreversible.
Los países que firmaron el Acuerdo de París se comprometieron a mantener las temperaturas "debajo de los 2℃ por encima de los niveles de la preindustrialización y seguir con los esfuerzos de limitar el incremento de la temperatura más allá de los 1,5℃".
Pero muchos científicos ahora están de acuerdo en que realmente necesitamos mantener el aumento de la temperatura no por debajo de los 2℃, sino por debajo de los 1,5℃.
4. Los grandes emisores son EE.UU. y China
Los países que más emiten gases de efecto invernadero -los que causan el calentamiento global- son por lejos China y EE.UU.
Juntos representan el 40% del total de emisiones en el planeta, de acuerdo a los datos entregados en 2017 por la Comisión Europea y la Agencia Holandesa del Medio Ambiente.
Y a esto se suma que la política medioambiental de EE.UU. ha cambiado desde el ascenso al poder de Donald Trump, quien ha optado por promover el uso de combustibles fósiles, que son una de las grandes fuentes de gases de invernadero.
Además, poco después de posesionarse, Trump anunció que sacaría a su país del Acuerdo de París.
Al mismo tiempo, el presidente estadounidense dijo que quiere negociar un nuevo acuerdo que sea más "justo" con los negocios y los trabajadores de su país.
5. Las áreas urbanas están en peligro
Cerca de 95% de las ciudades que enfrentan riesgos por el cambio extremo del clima están en África o en Asia, de acuerdo a un informe presentado por Verisk Maplecroft.
Y las ciudades con mayor tasa de crecimiento son las que enfrentan mayores peligros, incluyendo las megaciudades de Lagos, en Nigeria, y Kinshasa, en la República Democrática del Congo.
Jakarta, en Indonesia, y Adís Abeba, en Etiopía, también se encuentran en la lista.
Algunas de las 84 ciudades entre las 100 de mayor crecimiento también enfrentan un "riesgo extremo" ante las consecuencias que pueda traer el cambio climático.
6. Todos podemos ayudar
Mientras los gobiernos necesitan realizar grandes cambios, los ciudadanos pueden tener un impacto real.
Los científicos dicen que todos tenemos que hacer "cambios rápidos, de largo alcance y sin precedentes" en nuestro estilo de vida, para evitar dañar gravemente el planeta.
El IPCC dice que debemos: comprar menos carne, leche, queso y mantequilla; comer más alimentos de temporada de origen local y tirar menos cantidad de ellos; manejar autos eléctricos, pero caminar o pedalear distancias cortas; tomar trenes y autobuses en lugar de aviones.
Utilizar la videollamada en lugar de los viajes de negocios, no utilizar secadora de ropay exigir productos con bajas emisiones de carbono.
La forma más sencilla de reducir el impacto ambiental en el planeta es modificar la dieta para incluir menos carne, según estudios recientes.
El análisis muestra que la carne producida con el menor impacto ambiental aún genera más emisiones de gases de efecto invernadero que el cultivo de hortalizas y cereales de la forma menos amigable para el medio ambiente.
Pero además de alterar nuestras dietas, la investigación sugiere que las prácticas agrícolas deben cambiar significativamente para beneficiar el medio ambiente.
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https://www.youtube.com/watch?v=NqngeECM8oA
https://www.youtube.com/watch?v=rUrDvYJtKPU&t=192s