Pocas horas después de su liberación, el expresidente de la compañía automotriz Nissan, Carlos Ghosn, fue arrestado una vez más por nuevos cargos en Japón este viernes.
Habían pasado poco más de 24 horas desde que los tribunales allanaron el camino para su liberación bajo fianza, algo que sorprendió a muchos analistas que siguen el caso.
Y es que Ghosn pasó el último mes en prisión acusado de mal uso de fondos y de ocultar US$80 millones de ingresos en Japón.
El jueves, un tribunal rechazó una solicitud para prorrogar su detención, lo que significaba que podía solicitar la liberación bajo fianza.
Según los medios japoneses, el arresto del viernes es por un nuevo cargo de abuso de confianza agravado.
La televisora NHK informó que los fiscales ahora acusan a Ghosn de cargar a Nissan con una pérdida de inversión privada de más de US$16 millones ocurrida a raíz de la crisis financiera de 2008.
Ghosn, quien hasta antes de estas acusaciones era una figura imponente y venerada en la industria automotriz mundial, aún no ha respondido a la última acusación.
Pero en el pasado ha negado sistemáticamente todas las acusaciones formuladas contra él. Fue arrestado por primera vez en Tokio en noviembre, cuando surgieron denuncias de mala conducta financiera.
Si se le declara culpable de esos cargos, podría enfrentar hasta 10 años de prisión y una multa de hasta 700 millones de yenes japoneses (US$6,2 millones), según han informado los entes reguladores japoneses.
Este último movimiento significa que permanecerá en prisión para que los fiscales puedan interrogarlo más.
La detención de Ghosn también ha puesto en duda el futuro de la Alianza, un grupo mundial de fabricación de automóviles que incluye a Renault, Nissan y Mitsubishi.
Nissan y Mitsubishi despidieron a Ghosn como presidente después de su arresto el mes pasado.
Pero Renault se ha mantenido en suspenso, optando en su lugar por nombrar a un director general adjunto temporal para que asuma la dirección de la firma.
¿Quién es Carlos Ghosn?
Su estatus de héroe era tan grande que su vida se convirtió en una serie de televisión en uno de los famosos cómics de dibujos animados de Japón.
De ascendencia libanesa pero nacido en Brasil y con ciudadanía francesa, Ghosn dice que sus antecedentes lo dejaron con una sensación de ser diferente, lo que lo ayudó a adaptarse a las nuevas culturas.
En Francia era conocido como Le Cost Killer (el eliminador de costos), un sobrenombre que hace referencia a los profundos recortes que hizo para revivir a Renault.
Una vez fue considerado como potencial presidente de Líbano, un movimiento político que finalmente rechazó porque ya tenía "demasiados empleos".
En una encuesta de 2011, los japoneses dijeron que les gustaría que Ghosn dirigiera su país.
Tras estudiar ingeniería en la Escuela Politécnica y la Escuela de Minas de París, Ghosn inició su carrera en Michelin, ocupando cargos en Francia y Brasil.
Más tarde llegó a Renault. Se unió a Nissan en 1999, después de que Renault comprara una participación en el fabricante japonés, y se convirtió en su principal ejecutivo en 2001.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.