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Puerto Rico: un nicho ideal para la influenza

Lea la opinión de Lilly Rivera

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 Go! Healthy Puerto Rico

Las condiciones creadas tras el paso del huracán María en Puerto Rico, tales como el hacinamiento, la falta de agua y luz que contribuyen a la pobre o ninguna higiene, la falta de medicamentos y de atención médica adecuada, y las condiciones pre existentes de salud en nuestra isla, han convertido a Puerto Rico en un nicho ideal para la influenza.

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Recuerdo que a principios de octubre entrevisté en Wkaq580 al doctor Miguel Colón, infectólogo. Discutimos en detalle el listado de enfermedades infecciosas que estaban presentes en Puerto Rico tras el paso del huracán María. Advertimos que estaba por comenzar la temporada de influenza y que los casos arrasarían si no se tomaban medidas de prevención agresivas.

El aumento vertiginoso en los casos de influenza nos dio la razón. Llámenle nivel de alerta o epidemia, la tendencia de crecimiento incontrolable de los casos de influenza en Puerto Rico, revelada por el Departamento de Salud, representa la falta de acciones preventivas agresivas recurrentes para que la gente aprenda y pueda protegerse de los contagios y se cuide más para evitar complicaciones o muerte.

Ante todo esto es importante que el Gobierno certifique si hay disponibilidad y acceso equitativo a medicinas o tratamientos médicos para todas las personas; y si los hospitales están preparados para atender adecuadamente a cada individuo que lo amerite.

Hace falta saber cómo se está educando a la gente en las comunidades y en las escuelas. Hay que apoderarse de la salud.

La influenza es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa provocada los virus de la influenza. Tiene la habilidad de cambiar constantemente, por eso todos los años observamos un patrón epidemiológico distinto. La temporada de la influenza comienza en octubre y puede durar hasta mayo.

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Los síntomas de la influenza son fiebre, dolor muscular, gotereo nasal, tos seca, dolor de cabeza, malestar, dolor de garganta o fatiga. No necesariamente se manifestarán todos los síntomas por eso es importante la revisión médica que te ayudará a tratar adecuadamente la enfermedad.

 

Retos para evitar contagio:

 

El hacinamiento es un factor de riesgo importante, en donde hay gente junta se propagan fácilmente las bacterias por lo que hay mayor probabilidad de enfermarte. Esto ocurre cuando las familias se mudan a hogares con otros parientes, en los refugios, en los salones de clases, centros de cuido de infantes, niños o envejecidos y lugares de trabajo.

La falta de agua segura y energía eléctrica también es otro problema porque impide que mantengas los lugares limpios y desinfectados, no hay manera de lavar bien y constantemente la ropa llena de moco o mantener temperaturas adecuadas en las facilidades.

Si bien es cierto que la mayoría de las personas sanas se recuperan del ‘flu’ en una a dos semanas, también es real que pueden ocurrir complicaciones de salud ya sea por la falta de atención médica adecuada, el mal manejo y descontrol de las enfermedades crónicas y la falta de acceso a los medicamentos.

También se complica la cosa con la gente sin trabajo, o con escasos recursos económicos y por ende, sin dinero suficiente para costear sus medicinas y mucho menos para ir a un consultorio a atender su salud cuando hay que decidir entre comer, pagar las cuentas, comprar combustible para el generador de energía o pagar un deducible. Esta realidad es peligrosa porque al final al desatender la salud terminamos graves en sala de emergencia u hospitalizados.

 

¿Quiénes están en mayor riesgo de complicaciones por influenza de acuerdo con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés):

 

Niños menores de cinco años en especial aquellos menores de dos años y adultos mayores de 65 años. Y personas con las siguientes condiciones:

  1. Obesidad extrema (índice de masa corporal (BMI por sus siglas en inglés) mayor de 40).
  2. Enfermedades crónicas del pulmón como por ejemplo COPD o fibrosis cística.
  3. Enfermedades del corazón excepto la hipertensión.
  4. Trastornos del hígado.
  5. Enfermedades de los riñones.
  6. Desórdenes endocrinos como por ejemplo la diabetes.
  7. Enfermedades de la sangre como la anemia falciforme.
  8. Desórdenes metabólicos.
  9. Condiciones neurológicas o condiciones del neurodesarrollo. Esto incluye parálisis cerebral, epilepsia, derrames o retraso mental.

 

 

La autora es periodista y especialista en Educación para la Salud Pública
Creadora del medio digital especializado en periodismo en salud, Go! Healthy Puerto Rico

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