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Muelles

Esta semana hemos atendido desde nuestro espacio matutino en Radio Isla un problema que pensábamos que habíamos superado tras los huracanes: el de los muelles con la entrada y salida de mercancía. Al ser una isla y, peor aún, que depende de la importación, estamos atados a nuestros puertos, marítimos y aéreos para recibir todo lo que necesitamos para subsistir.

Pensaríamos que, ante esa realidad, uno de los esfuerzos principales se habría concentrado sobre esas zonas como parte del proceso de recuperación, pero no es así. De unas visitas a los muelles principales surge que allí están varados miles de contenedores llenos, que los camioneros hacen aún largas filas para recoger carga, que los importadores están perdiendo dinero y, por ende, la ciudadanía no puede adquirir lo que necesita, o ve un aumento en los precios de los artículos que compra, ante los gastos adicionales en los que incurren las empresas por la problemática.

Si usted transita durante las mañanas por la avenida Kennedy (zona portuaria principal), ve las filas de los camioneros. Ellos dicen que la operación en los muelles anda lenta, que tienen que esperar horas para que les entreguen las cargas. Los navieros dicen que la culpa es de los importadores que se tardan en recoger, que usan los muelles como almacenes, que retienen contenedores y “chasis”, y que han aumentado sus pedidos porque están vendiendo a niveles extraordinarios. Los importadores dicen que los navieros manejan los muelles como un cartel, sin transparencia y de manera limitada. De hecho, los muelles operan como una oficina de servicio del Gobierno, de 7:00 a. m. a 4:00 p. m., y se detiene todo a la hora del almuerzo.

La situación requiere la atención, de inmediato, del más alto nivel del Gobierno. De la eficiencia de nuestros puertos dependen nuestra economía y la recuperación tras los huracanes. Así tiene que ser mientras no tengamos un proyecto real de autosustentabilidad, que debe ser nuestra aspiración a mediano y largo plazo. El que se esté impugnando la operación de los puntos de entrada y salida de la mercancía de nuestro país es suficiente para investigar y tomar las medidas necesarias para resolver. Con mucha razón, MIDA pide transparencia, y que los muelles sean fiscalizados por un ente independiente que no sea la Autoridad de los Puertos. ¿Por qué no tiene la autoridad moral Puertos para regular y fiscalizar? Porque tienen una relación comercial de arrendador-arrendatario con los navieros, que le quita toda imparcialidad. De hecho, el nuevo director de Puertos atendía esta semana este tema acompañado en todo momento del portavoz de los navieros, como si se tratara de su único socio en esta controversia.

Este domingo fui a varias tiendas con mi familia. En todas, los empleados nos decían que tal o cual artículo había que ordenarlo. La contestación “normal” era que “eso va a tardar varios meses en llegar”. Eso no debe ser así si queremos rehabilitar nuestra infraestructura y sentirnos que estamos en vías de levantarnos de verdad.

Los ferreteros están aumentando su inventario para poder atender la demanda mientras otros se quejan de que los materiales no les llegan, y culpan a FEMA por aún acaparar los muelles. FEMA lo niega, aunque los navieros admiten que cientos de furgones todavía están bajo el control de los federales.

medida lógica debe ser un aumento en el horario de operaciones de los muelles, si es necesario 24/7 en lo que logramos una normalización total, sobre todo a poco más de un mes de comenzar la próxima temporada de huracanes. Los navieros dicen que cualquier medida les supondrá un impacto económico monumental. Sin embargo, debe haber sacrificios de todos, y más de aquellos sectores que se han beneficiado del desastre. Si no, que el Gobierno investigue y evalúe medidas para amortiguar ese impacto. Puerto Rico aún no se levanta.

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