¿Cuántas veces hemos escuchado que lo único constante es el cambio? ¿Cuántas hemos validado con nuestras acciones, la importancia y búsqueda de distintas alternativas para alcanzar nuestras metas individuales y colectivas? Nuestro gobernador, Ricardo Rosselló es fiel creyente de la filosofía de que no se obtienen resultados diferentes cuando hacemos lo mismo una y otra vez. La transformación implica cambio, no solo de enfoque, sino también de estilo. Sin embargo, hay unas mismas personas, que dicen representar diferentes sectores de nuestra sociedad, que se oponen a los cambios que nuestra gente necesita y exige que se realicen para mantenernos en la ruta de progreso.
El aumento en contribuciones de las pasadas administraciones venía, sorpresivamente para algunos, acompañado de déficits presupuestarios para los mismos años en que eran efectivos. A consecuencia de ello, llevamos más de una década experimentando pérdidas en actividad económica, empleos y población. Pero el pasado tiene un lugar donde quedarse. Cumpliendo con nuestro compromiso, esta administración está construyendo un Puerto Rico más competitivo, gracias a sus importantes y trascendentales reformas. Esta semana se anunció un nuevo modelo contributivo que incentiva el trabajo, y fomenta el crecimiento económico, así devuelve a la economía, a nuestros contribuyentes, $451 millones para el año 2019, y $849 millones anuales a partir de 2023.
La reforma contiene la desaparición gradual del B2B para 2020 y reduce el IVU en alimentos preparados a su original 7 %, lo que representa un ahorro para el consumidor de, aproximadamente, $79 millones para 2019. La implantación de las propuestas de Rosselló Nevares beneficia grandemente a quienes trabajan por cuenta propia. No obstante, habiendo promovido medidas de igual paga por igual trabajo, entre otras medidas que beneficien también al empleado y empleada asalariado, una vez más se hace justicia al brindar exención total de contribución sobre ingresos a quienes ganan hasta $12,500.00, cuando al presente este beneficio lo tenían solo quienes ganaban $9,000 o menos. Se reduce considerablemente (hasta un 6.1 %) la tasa contributiva para individuos que ganan hasta $58,000 y en un 2 % a quienes ganan más. Se establecen créditos contributivos, en vez de deducciones, y se incluye un crédito por trabajo. Más aún, a esos pensionados, que otros les quieren reducir sus ingresos, a pesar de haber sido establecidos de manera contractual, esta administración les propone aumentar el margen necesario para cualificar a una exención total.
Resulta curioso que haya quienes ataquen a aquellos que alcanzan una saludable y organizada reducción de costos y gastos, mientras protegemos a los más vulnerables, y permitimos el óptimo flujo de una economía que ahora se recupera, luego del nefasto impacto de las acciones y omisiones de pasadas administraciones, amén del embate de los más fuertes fenómenos atmosféricos que han pasado por Puerto Rico en nuestra historia moderna. La promesa del cambio positivo que comenzó a cumplirse y materializarse en enero de 2017 es, y requiere ser, continua, organizada y dirigida por nuestro deseo de alcanzar el bienestar individual y el desarrollo socioeconómico de nuestras regiones de actividad económica y cada una de nuestras comunidades. Bajo la premisa y con la certeza de que un mejor Puerto Rico es posible, en cada rincón de nuestro archipiélago ¡Vamos por más!