Blogs

A echar la lloraíta

Lea la opinión de Lily García

PUBLICIDAD

Lloramos por dolor, pero también por coraje.  Lloramos cuando vemos o escuchamos algo que nos toca la fibra del alma o, en ocasiones, como resultado de un explosivo ataques de risa.  Confieso que soy llorona. Hay columnas que escribí hace años y que todavía no puedo leer en público porque me emocionan demasiado.  Lo mismo ocurre con la dedicatoria del libro que escribí sobre las lecciones aprendidas del huracán María. No estoy segura de qué específicamente es lo que causa ese nudo en mi garganta. Lo que sí puedo asegurar es que no importa lo que me empuje al llanto, siempre me siento mejor después de haber llorado.

Por eso me alegré tanto de escuchar las palabras de una mujer con quien compartí durante un proceso de certificación que tomé hace unos días.  Ella es sobreviviente de cáncer y se describió como una persona fuerte. Nos contó que, cuando le dijo a su esposo que tenía cáncer, el hombre se le echó a llorar encima.  Era la primera vez que lo veía llorar. Ese día tomó la decisión de permitirse ser vulnerable y darse ella el permiso para llorar.  “No me iba a tratar de hacer la fuerte.  Decidí que esto lo íbamos a llorar en familia, mis dos hijas, mi esposo y yo.”   

Es obvio que las mujeres tendemos a llorar más que los hombres. No es que ellos no sientan ni padezcan, sino que, culturalmente, a nosotras se nos ha dado el permiso que a ellos siempre se les ha negado.  Les hemos hecho creer que llorar es de débiles. Pero cada día me encuentro con más mujeres que, ante diagnósticos médicos o pérdidas significativas, me confiesan que lloran a “escondidas para que nadie las vea” porque no quieren que sus seres queridos sufran. Y, al hacerlo, sin saber, boicotean sus procesos de sanación. Las cargas que se comparten siempre van a pesar menos.  Así que deja de hacerte la fuerte para proteger a otros. Déjate caer cuando no tengas fuerzas.  Los que te aman estarán ahí para sostenerte y comprobarte que son tan fuertes como tú.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último