Es altamente preocupante que, en medio de la parte pico de la temporada de huracanes, la figura que está a cargo del manejo de emergencias de la isla tenga tantos cuestionamientos, y para colmo, que él mismo no se ayude, quedando mal y haciendo quedar peor a la gobernadora, Wanda Vázquez, que puso la mano en el fuego por él.
Todos los exdirectores de esa agencia han cuestionado la capacidad y el desempeño de Carlos Acevedo al mando del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD). El punto es que Acevedo no puede argumentar que son señalamientos de índole político partidistas porque parte de sus críticos son exdirectores bajo administraciones del Partido Nuevo Progresista (PNP).
Eso no es todo. Es conocida la bronca que parece tener Acevedo contra el coordinador de Búsqueda y Rescate del negociado, Nino Correa. ¿La razón? No la conozco. Primero lo silenciaron. Ya no podía hablar sin permiso de Acevedo ante los medios. Luego lo amonestan por guiar a 70 mph mientras se dirigía, presuntamente, a una emergencia. Finalmente, lo asignan a trabajo de carpintería en la construcción de una escuela de búsqueda y rescate.
El manejo del plan de gobierno para afrontar una emergencia fue horrible en términos de comunicación, al punto de decir que no se podía publicar porque tenía partes confidenciales. Fue evidente que se estaba improvisando. En casi tres años de administración y a dos del impacto de María no se tenía el plan listo. Decían que lo tenían, pero no podían mostrarlo hasta una semana después. Luego trascendió que personal del mismo negociado lo vio por primera vez cuando salió en los medios.
El pasado lunes trascendió que la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario, le solicitó a Acevedo toldos para 25 familias que los necesitaban y que este le indicó que los gestionaría cuando pasara la emergencia de la tormenta Karen. ¿Guat?
Le preguntaron a Acevedo y este respondió: “En este caso, para (la tormenta) Dorian, al municipio se le entregaron 30 a 35 toldos… En el caso de la alcaldesa, habló conmigo hace como media hora a 45 minutos solicitando toldos, y en este caso, para yo poder solicitar toldos tengo que esperar que pase la emergencia. Por eso le dije a la alcaldesa que, en el caso de estos refugiados, hay que llevarlos a refugios, porque si pongo un toldo ahora, se les va a dañar. Así que, vamos a esperar que pase la situación, cuando finalice la situación, si necesita 5, 10 o 15 toldos, le dije a la alcaldesa que se comunique conmigo, llenamos la 5-13 para poder brindarle los toldos”.
Yo puedo entender que pudiera ser un esfuerzo fútil instalar un toldo para que una tormenta lo arranque, sirva de nada y la persona termine yendo a pedir otro toldo, habiéndole acabado de entregar uno nuevo. Me comuniqué con la alcaldesa Nazario para preguntarle en qué momento, para la tormenta Dorian, Acevedo le entregó los toldos que indicó. “Antes del la tormenta”, fue su respuesta. Lo que le viene a la mente a uno es que si para Karen no los entrega antes de la emergencia, “porque si pongo un toldo ahora, se les va a dañar”, pues eso mismo aplicaba para el caso de la tormenta Dorian. Sin embargo, en aquella ocasión los entregó antes.
El hecho de que no tenga toldos a la mano en la parte pico de la temporada y que tenga que esperar a que le pidan, para él pedir más, pues es complicado entenderlo, a menos que las autoridades federales o alguna otra les impida tener almacenados, lo cual dudo.
La alcaldesa fue clara en que siempre ha tenido excelente comunicación con Acevedo, que este le escribe con frecuencia y que, por esa misma razón, no podía creer lo que había escuchado.
Al final, fueron los alcaldes de Cataño (PNP), Vega Baja (PPD) y una iglesia del municipio de Isabela quienes llegaron el martes con toldos y catres para los loiceños. Más de cien toldos le entregaron a Nazario.
Repito que es muy preocupante la oleada de quejas y críticas que ha recibido, siendo una figura relevante en el manejo de emergencias, máxime en la parte más activa de la temporada de huracanes, y le añado, ante la creciente incidencia de movimientos telúricos.
La experiencia y los conocimientos de los pasados jefes de esa dependencia es exageradamente importante como para entender que no se necesitan, al punto de parecer despreciar o ignorar sus quejas y señalamientos. Veo la camaradería, buena comunicación y disposición de los exdirectores Epifanio Jiménez, Nazario Lugo, Ángel Crespo, Abner Gómez y Heriberto Saurí para compartir sus conocimientos, experiencias y/o intercambiar ideas, y me cuesta creer que Carlos Acevedo parezca asumir la postura de que él solito puede, que no necesita de nadie. No sé si sea eso, pero parece ser.
