Luego de los escándalos del chat de Ricardo Rosselló, la ebullición y la desestabilización política, social y económica que eso provocó el pasado verano, la situación se calmó en algo con la llegada de Wanda Vázquez a la gobernación. Aun con múltiples señalamientos sobre su desempeño como secretaria de Justicia, con o sin razón, Vázquez mostró cierto nivel de madurez, algo que el pueblo no percibía en La Fortaleza desde hacía un tiempo.
Luego de la administración de Ricardo Rosselló junto a Elías Sánchez, Ricardo Llerandi, Carlos Bermúdez, Edwin Miranda, Alfonso Orona y otros, no era complicado demostrar un nivel mínimo de madurez actuando con prudencia, de manera sosegada, diplomática y abierta al diálogo. Atrás quedó, hasta el momento, la guerrilla infantil de funcionarios jugando G.I. Joe.
Dijo el pasado lunes en Jugando pelota dura (Univision) el presidente de la Junta de Supervisión Fiscal, José Carrión, que en algún momento durante el cuatrienio, el exgobernador Rosselló se molestó con él y dejó de hablarle. Incluso, le prohibieron a los jefes de agencia dirigirle la palabra a la Junta. ¿Porqué creerle a Carrión? Muy sencillo. Él había hecho esa expresión antes de la publicación del chat de Telegram. ¿Qué trascendió en el chat? Que Rosselló y su equipo prohibían a los miembros de gabinete que concedieran entrevistas a medios de comunicación, sencillamente porque no publicaban lo que ellos querían o porque los fiscalizaban. Rosselló validó el contenido del chat, y pidió disculpas. Por lo tanto, lo que dice Carrión tiene credibilidad en lo que expresó.
No han pasado dos meses de la llamada “luna de miel” que suele haber con los gobernadores, cuando Vázquez tuvo su primera difícil prueba: la pensión de los retirados. En un mensaje la pasada semana, Vázquez anunció que, aunque en principio no lo apoya, ante la realidad que vive el sistema, debe avalar un recorte de 8.5 % a las pensiones de retirados que ingresen $1,200 mensuales en adelante. Aseguró la gobernadora que, responsablemente, no debe poner en riesgo a los pensionados a que el recorte sea mayor, como se ha hablado, de hasta un 25 %.
Las expresiones de rechazo no se hicieron esperar ya que la consigna de algunos sectores es “cero recorte”. ¿Es eso algo alcanzable? Yo lo veo muy difícil. Lo fácil para la gobernadora es decir que no, retar al tribunal y seguir pagando las pensiones como si nada. La pregunta siguiente es: ¿por cuánto tiempo? El sistema de retiro no es un barril de dinero sin fondo; está quebrado.
¿Que se puede no pagar deuda para no afectar a nadie, en este caso a los pensionados, y todos felices? Quisiera decir que es así de fácil. ¿Que les recorten más a los bonistas? Según Vázquez, el plan de ajuste recorta el 65 % a ese grupo. El de los pensionados es de 8.5 % y solo afectaría a menos de un 40 %. Yo entiendo perfectamente que no es justo trabajar toda su vida para retirarse con un retiro así, y mucho más consciente soy de que $1,200 mensuales no es digno con el costo de vida actual. De esos $1,200.00, el 8.5 % es $102.00 mensuales. Un 25 % sería de hasta $300.00.
Soy de los que piensan que un panorama de cero recorte no es real. No acostumbro a creerme los cuentos de los políticos, en este caso a los que dicen que lucharán por cero recorte, porque precisamente por sus cuentos es que estamos donde estamos. Recuerde que ellos le van a decir lo que usted quiere escuchar a cambio de su voto. Después, que resuelvan otros. ¿Les va a creer de nuevo? Creerle a un político en campaña nos trajo a donde estamos. ¿Es esa su apuesta de nuevo? Si es así, le deseo suerte.
En el caso de la primera mandataria, me inclino a coincidir con ella y considero que, si realmente no piensa postularse para las elecciones, tiene la oportunidad de hacer cosas que hay que hacer, aunque sean antipáticas. Esa es la primera.
De otra parte, el asunto de los apagones de la Autoridad de Energía Eléctrica y las lanchas de Vieques son otro tostón que ponen a prueba a Wanda Vázquez como gobernadora, y otra muestra de que la “luna de miel” se acabó. La opinión pública está comenzando, injustamente, a verla igual a los demás. Digo “injustamente” porque ella no va a resolver los problemas en dos meses, pero si en julio no había los apagones que hay hoy, pues en algo la AEE echó para atrás, algo que ella no puede permitir, máxime si desea, como es evidente, establecer diferencias entre ella y Rosselló.
Ya no es hablar bien y establecer en comentarios diferencias entre ambas administraciones. Aunque hay asuntos que no se resuelven de la noche a la mañana, sí es importante dar pasos que brinden esperanza a la ciudadanía de que más allá de haber un cambio de madurez en La Fortaleza, hay uno igual o más importante aún: comenzar a dar pasos con resultados, aunque sean pocos, por el momento.