Las Legislaturas del PNP y del Partido Popular han tenido la sombría tradición de aprobar medidas legislativas a última hora, sin discusión —incluso con errores—, muchas de ellas en los últimos días de sesión y en horas de la noche. La inmensa mayoría de los legisladores lo ven como algo normal. Me resisto y, sobre todo, denuncio esta funesta práctica, a todas luces antidemocrática.
La recién finalizada sesión legislativa no fue la excepción. Durante semanas, aprobaron proyectos de ley inconsecuentes y resoluciones de investigación para luego no investigar nada. Al final de la sesión, se les ocurrió aprobar sin discusión, sin vistas, e incluso tarde en la noche, proyectos de ley extensos, complicados y con efectos graves sobre el país.
Para muestra, un botón basta. Aprobaron enmiendas a la reforma contributiva sin realizar ninguna vista. Aprobaron proyectos de ley que alteran los términos de nombramientos en procuradurías, radicados el último día de aprobación de medidas.
La joya de la corona fue la reforma electoral, la cual pretende alterar el equilibrio electoral de la Comisión Estatal de Elecciones, expulsando de esta los terceros partidos, sentando las bases para el fraude y el robo de las elecciones. Este proyecto, al que solo se le dio una vista pública, y que es repudiado por amplios sectores del país, se aprobó luego de que la mayoría de la legislatura se confabuló para darle una puñalada a la democracia colonial.
La noche en que, finalmente, se aprobó el proyecto, les advertí que estaba plagado de disparates. Al día siguiente, lo reconocieron. Ahora queda en manos de la gobernadora. El país estará pendiente de sus actuaciones.
Le hemos solicitado una reunión para, como señaló el senador Juan Dalmau, “discutir sobre qué aspectos específicos del proyecto atentan contra nuestro ordenamiento electoral y la confiabilidad que debe existir al momento de que nuestro pueblo emita el voto en las urnas”. Estamos en espera de la respuesta. Su acción o inacción le dirá al país si está del lado del abuso y el fraude electoral o del lado de la transparencia y de la democracia.