“Wanda Vázquez Garced está siguiendo el librito para ser reclamada como candidata… Finalmente, no veo a Wanda Vázquez proyectando que quiera ir como candidata a la gobernación en las elecciones, pero sí creando el ambiente y escenario para que le reclamen que se quede, para entonces ella decir que responde al pueblo y que ha decidido aspirar”, expresé en Metro Puerto Rico el pasado 29 de agosto en una columna titulada “Wanda en carrera 2020”.
Llegó el mes de noviembre y los pasquines con el mensaje “Wanda quédate” fueron pegados en dos o tres puentes. Luego de eso, Vázquez expresa: “Yo no puedo despejar ni pasar por alto los reclamos públicos y reclamos personales de mucha gente para que yo sea una candidata en el 2020… Me siento honrada de que el pueblo de Puerto Rico haga ese reclamo…”. ¿El pueblo? Bueno, que cualquier persona allegada a La Fortaleza haya pagado en una imprenta del Valle del Turabo pasquines para pegarlos en varios puentes no significa que “el pueblo” pida que se quede. “El pueblo” es un concepto muy amplio y los que han expresado que podrían apoyarla se limita a un grupo reducido de figuras, hasta el momento.
Sí, cuando los políticos visitan lugares públicos, por peor que puedan estar, simpre hay personas que desean agradar y hacen expresiones de apoyo. Tome el ejemplo del ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá, quien es el político que más difícil debe habersele hecho realizar una campaña a la gobernación con acusaciones federales. En sus visitas a los pueblos siempre hubo personas que le expresaban apoyo. Podía decir que tenía el apoyo del pueblo para ser candidato y al final usted conoce el resultado. Si la pasquinada hubiese sido un movimiento de pueblo, no lo hacían en dos o tres puentes cerca de los medios de comunicación, hubiesen aparecido en Ponce, Mayaguez, Arecibo, Barranquitas, Utuado, etc.. Así que eso de que “el pueblo me reclama” no se puede tomar como un hecho. Claro, Vázquez demuestra con estas tácticas que sí es una figura política, como los demás.
En mi expresión del 29 de agosto indiqué que no veía a Wanda Vázquez proyectando que quiera aspirar, y me referí a una proyección por iniciativa propia, que sí crearía el ambiente para ser “reclamada”. Lo ocurrido en los pasados días no solo valida mi pronóstico, sino que conrfirma, desde mi punto de vista, que todo es parte de un libreto que se remonta a entre julio y agosto pasado y que se ha ido ejecutando en los pasados meses.
Lo único distinto a aquel momento es que hoy no la veo aspirando. Wanda Vázquez tiene una realidad. Aunque sí es política, no ha hechado raíces profundas en un Partido Nuevo Progresista (PNP) como para alzarse con un triunfo en una primaria frente a Pedro Pierluisi. Hoy no lo veo. ¿Puede cambiar ese panorama? En política nada está escrito.
No hay, hasta el momento, encuesta que le dé probabilidades a Vázquez de triunfar en una primaria y el tiempo para decidir si aspira o no culmina en poco más de un mes.
Vázquez Garced ha perdido algo de credibilidad. Primero decía no le interesaba ser gobernadora. Luego que lo hacía solo hasta diciembre del 2020 y ahora que no cierra “la puerta a la democracia” y que le están “reclamando” que aspire. En ese aspecto no es constistente y dice hoy todo lo contrario a lo que dijo ayer.
Por más que ella diga que está escuchando un “reclamo”, una vez anuncie una aspiración, si lo hace por el PNP, perderá la simpatía, si es que tiene alguna, en otros sectores no penepeístas. Si corre independiente, olvídese de alguna probabilidad de prevalecer en las elecciones del 2020. Unas preguntas básicas para analizar: ¿Vé usted a Wanda Vázquez encaramada en una caravana agitando sus brazos? ¿La vé en tarima gritando “¡que viva la palma!? ¿La vé bailando Macarena, Aserejé, o reggaeton? ¿La vé haciendo lo que sea por su voto? Si la respuesta es que no y que la vé haciendo una política más apartada de esos eventos y estilos políticos, más seria, sobria y menos pasional, pues no hay mucho más que pensar sobre si se ganaría la base del PNP.
¿Qué busca Wanda Vázquez? Aunque pueda equivocarme en mi apreciación de que no correrá, creo que es altamente probable se trate de lo que ocurre entre política y gobierno a diario: “¿Qué hay pa’ mí?”. Aunque Vázquez, en este momento, no tenga la fuerza para ganar una primaria, porque no se identifica con la colectividad “más allá de toda duda razonable”, sí le crea a Pedro Pierluisi algún issue de proyección como líder de la palma. ¡Se lo creó Iván González Cancel a Luis Fortuño siendo gobernador en el 2012!, ¿imagine usted Vázquez a Pierluisi en el 2020? Son retantes que, aunque no tengan posibilidad, crean una imagen ante del candidato “oficial” de que no es tan fuerte porque cualquiera lo reta. Obviamente Wanda Vázquez, ocupando el puesto de gobernadora, no se trata de cualquiera, tenga o no probabilidades.
Las expresiones de Vázquez Garced, si en efecto se tratara de una estraegia, pudieran parecer poner a Pedro Pierluisi en una posición de “¿qué tu quieres, qué necesitas para que no aspires?” y la gobernadora lo sabe. Hay quien pueden entender que Vázquez no sería capaz de jugar de esa manera, no obstante, también está el que piensa que fue un hecho que de alguna manera intervino en un caso personal de su hija, siendo Secretaria de Justicia y que eso pudo haber puesto una presión indebida en los fiscales. No estoy adjudicando ilegalidad alguna en eso, pero para que algo no se vea bien o se presuma impropio no tiene que haber ilegalidad. Eso no fue todo, el esposo de Vázquez Garced, quien es juez, utilizó su toga y sala para atender el caso legal de su esposa. Ustedes conocen la historia.
El en las postrimerías del año que viene surge una vacante en el Tribunal Supremo y es casi seguro que corresponderá al próximo gobernador llenar esa vacante. Existe la posibilidad que también se retire la juez Mildred Pabón Charneco de ese foro. ¿Una buena ficha de negociación? Ciertamente no es que algo me conste y quizás no ocurra algo en esa dirección, pero un poco analizo a base de cómo sé que suelen darse las cosas entre política y gobierno, cubriendo y mirando desde este lado del periodismo por 20 años. Solo el tiempo dirá.