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Sacarlos no tiene precio

Sacarlos no tiene precio. El “talking point” del momento es que “Victoria Ciudadana le costará $1 millón a la Comisión Estatal de Elecciones”.

El “talking point” del momento es que “Victoria Ciudadana le costará $1 millón a la Comisión Estatal de Elecciones”. Quizás a muchos les parezca risible que este sea el único cartucho que le quede a la vieja política, a los medios que la cargan y a los “KOIbots” ante el evidente fracaso del “Proyecto Guerra Fría”, una operación coordinada de fotutos a sueldo en las redes sociales y pseudoanalistas en medios tradicionales que buscaban meterle miedo a la gente con el cuco del comunismo, las referencias a Maduro y fotos de decenas de niños comiendo de la basura. Sin embargo, este nuevo mensaje, lejos de darnos risa, debería preocuparnos. ¿Acaso los partidos que nos han robado por décadas pretenden ahora vendernos la idea de que “nos cuesta mucho” tener una alternativa distinta a ellos? .

Al día de hoy, el Movimiento Victoria Ciudadana es el único partido que ha renunciado al uso de fondos públicos para hacer campaña, cosa que jamás han hecho en su historia el PPD, el PNP o el PIP. Sin embargo, justo ahora que se certifica nuestra inscripción, se cuestiona públicamente no lo que se gasta la vieja política en campaña, comités y publicidad, sino lo que le costaría a la Comisión, en personal, el poder salvaguardar la voluntad de nuestros electores.

Durante los pasados días, la CEE, por voz de su presidente, ha insistido en el costo que le añade a su operación la existencia de nuestro movimiento. Si eso es así, aún rechazando el uso de fondos públicos para hacer campaña, ¿cuánto nos están costando los tres partidos que sí están utilizando dichos fondos?, ¿cuánto nos han costado a lo largo de la historia?

Hoy, los desvergonzados que han despilfarrado miles de millones de dólares con su incompetencia y su corrupción tienen la arrogancia de emprender una estrategia mediática para insinuar que “nos sale muy caro” el tener una opción para sustituirlos. Lo que estos ingenuos retrógrados no acaban de entender es que caros nos han salido ellos, y que sacarlos, para nuestro pueblo, no tiene precio.

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