Después de ver su discurso en la Convención Nacional Demócrata, me pregunté cuándo volvería a salir Joe Biden de las penumbras del lugar donde sus asesores lo guardan, aunque fuese sólo para hacer un comentario sensato que contrastara con las locuras diarias desde la Casa Blanca.
Si el ascenso político del presidente Donald Trump nos ha enseñado algo, es la importancia de que un candidato se exprese con una pasión y compromiso que proyecte que está hablando en nombre de los votantes que aspira a representar.
A medida que se acerca la elección, sabemos que Trump está atrás en las encuestas, pero no por mucho. De hecho, está más pegado a su contrincante que lo que estaba a esta fecha hace cuatro años.
Para evitar que Trump reduzca esa ventaja hacía falta que Joe se expresara de manera contundente. En su discurso sobre crimen y seguridad el lunes en Pittsburgh, lo hizo. Con fuerza. “¿Alguien cree que habrá menos violencia en Estados Unidos si Donald Trump es reelegido?”, dijo Biden. “Necesitamos justicia en Estados Unidos. Necesitamos seguridad en Estados Unidos. Nos enfrentamos a múltiples crisis, crisis que, con Donald Trump, se han seguido empeorando”.
Pero no sólo atacó a su oponente, Biden también atacó a aquellos que crearon una sensación de anarquía, ya fueran vándalos y saqueadores o milicias de extrema derecha. “Estoy en esta campaña por ustedes, sin importar su color, sin importar su código postal. No importa su ideal”, dijo Biden. “Se trata de ti. Podemos hacerlo mejor. Debemos hacerlo mejor. Y prometo esto: lo haremos mejor”.
Esa es la vieja y familiar voz de Biden que ha atraído a demócratas e independientes durante décadas. Biden ha estado emitiendo su llamado de unión junto con su argumento de que Trump, por el contrario, está en la política por interés personal y beneficiar a los suyos. Esta es la verdadera alternativa para el pueblo americano, el Joe Biden que ofrece la sensatez y cordura que los Estados Unidos de hoy necesita urgentemente.