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Opinión de Lilly Rivera: Con la boca es un mamey reabrir las escuelas

La periodista y especialista en Educación para la Salud Pública, Lilly Rivera, habla sobre el proceso para abrir las escuelas en medio del COVID

Para poder retomar la enseñanza presencial en las escuelas de la manera más segura y rápida y ayudar a que permanezcan abiertas, es importante que el Gobierno se recoja que está rega’o. Igualmente mucha gente que le imita. Ya sabemos que el SARS-CoV-2, virus que causa la COVID-19, lo mueve la gente donde viven, trabajan, jaguean, y en donde se aglomeran.  Teniendo esos riesgos en cuenta, sorprende que a estas alturas siga el ninguneo a la pandemia, que está muy lejos de estar bajo control, y se hable de reabrir escuelas sin profundizar cómo la Fortaleza, el Departamento de Educación y el Departamento de Salud lo harán sin provocar un caos mayor de contagios por mejor intención que digan tener.

Hay mucho que hilvanar

Cada escuela como la comunidad circundante enfrenta escenarios diferentes por lo cual la decisión de reabrir debe tomar en cuenta los niveles de transmisión y la capacidad de implementar medidas de mitigación efectivas a fin de proteger a los estudiantes y al personal escolar. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han desarrollado indicadores basados en las particularidades de la comunidad para ayudar a las autoridades a implantar estrategias para desacelerar la propagación del virus y poder decidir cuándo conviene reabrir escuelas o continuar con la enseñanza virtual.

Indicadores principales 

Cantidad de casos nuevos en los últimos 14 días.

Porcentaje de pruebas RT-PCR positivas durante los últimos 14 días.

Capacidad de la escuela de implementar cinco estrategias clave de mitigación: Uso correcto y constante de mascarillas (sobre naríz y boca); distanciamiento social en la máxima medida posible 6 pies mínimo; higiene respiratoria y de manos; limpieza y desinfección; rastreo de contactos en colaboración con el Departamento de Salud (DS).

Indicadores secundarios (para apoyar a los indicadores principales, no son sustitutos)

  1. Cambio de ritmo de casos nuevos durante los últimos siete días comparado con los siete días previos.
  2. Porcentaje de camas para pacientes hospitalizados en la comunidad que están ocupadas.
  3. Porcentaje de camas de unidades de cuidados intensivos en la comunidad que están ocupadas.
  4. Porcentaje de camas para pacientes hospitalizados en la comunidad que están ocupadas por pacientes con COVID-19.
  5. Existencia de brotes localizados de COVID-19 en la comunidad o entornos públicos.

Ninguna comunidad puede quedar “pati suelta” si queremos mitigar los contagios y reabrir las escuelas. El apoderamiento comunitario, el apoyo del DS a las comunidades, y la buena y recurrente comunicación entre todas las partes incluidos el personal entero de las escuelas deben ser inseparables. Quien deje caer la pelotita abonará al aumento de casos positivos de COVID-19 y sus consecuencias de pobre salud o muerte prematura, continuará impidiendo la educación presencial.

Pregunto yo

¿Hay suficientes maestros que puedan dar clase presencial a un solo grupo con los mismos estudiantes o van a dar clases como si no hubiera pandemia? Los CDC recomiendan agrupar a maestros y estudiantes por cohortes, que son grupos pequeños que permanecen juntos durante toda la jornada para reducir el riesgo de exposición en la comunidad escolar. Hay que asegurar que el mismo grupo de estudiantes permanezca con los mismos maestros o miembros del personal durante todo el día en el caso de los niños pequeños, y tanto como sea posible en el caso de los niños más grandes.

¿Hay suficiente personal de limpieza para mantener higiene constante en los salones y los baños? ¿Cómo se evita la aglomeración en los baños? ¿Hay suficiente jabón, papel de baño, papel toalla y zafacones en cada escuela?

¿Existe opción de ‘pick up’ de alimentos para todos los estudiantes en las escuelas, espacio con mesas y sillas o pupitres al aire libre con distanciamiento de seis pies cada persona para consumir dichos alimentos?

¿Cuánto tiempo al día estarán reunidos en un espacio cerrado los estudiantes con los maestros? De acuerdo con los CDC, en términos generales, cuanto más cercana y prolongada sea la interacción con otras personas, más alto es el riesgo de propagación del COVID-19.

Por último, teniendo en cuenta todas estas consideraciones ¿está preparada tu escuela para reabrir?

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