Así describió una persona que conozco, dueño de un restaurante en San Juan, a los turistas que han protagonizado distintos incidentes en la zona metropolitana. No generalizaba porque la referencia es estrictamente a los turistas que han mostrado su peor rostro, su poco nivel de civismo, su lado delincuente.
¿La experiencia de esta persona con algunos de estos turistas? Al terminar de comer, ha tenido casos en los que han salido corriendo del restaurante para no pagar, pelean por todo para tratar de comer gratis, usan tarjetas clonadas, tratan como animales a los empleados para luego ni siquiera dejarles propina, piden todos los “sides” del menú de comida, lo manosean y “picotean” para luego decir que no los quieren porque no les gusta. Esa historia la he escuchado también de otros restaurantes, especialmente de la Placita de Santurce. Precisamente allí las autoridades arrestaron a uno de estos turistas que se negaba a utilizar mascarilla. Al insistirle, el mequetrefe empujó y escupió al agente en el rostro. Trató de escapar pero lo detuvieron y lo mandaron a una estadía en la 1072 de Bayamón, pagada con gusto, por el pueblo de Puerto Rico. Mañana viernes es u vista.
Otras historias son de cómo destruyen las habitaciones donde se hospedan, se meten 10 en un apartamento de 5, algunos han hecho sus necesidades fisiológicas en plena la calle, en entradas de negocios y a la luz del día. En Miami la situación se ha salido de control con este mismo tipo de turista, quienes pelean en los comercios y destruyen el mismo antes de salir corriendo sin pagar. Escuché de una persona que viaja con frecuencia a la Ciudad del Sol que en un restaurante de South Beach dejaron entre $20,000.00 y $30,000.00 en pérdidas entre daños al establecimiento y cuentas sin pagar por los que salieron en estampida del local al formarse el Royal Rumble.
“Alex, esto nunca se había visto. Siempre hay uno que otro turista problemático, pero el nivel que ha llegado esto, nunca”, me dijo la persona. Comerciantes de Condado y Viejo San Juan también van por esa línea. Los “vente tú” de los famosos spring break siempre han existido y aunque siempre ha habido situaciones, no creo que sea a este nivel de consistencia e intensidad. En Miami van varios días que la policía ha tenido que dispersar las multitudes en las fiestas callejeras. Un día terminan “como el rosario de la aurora” y al día siguiente se mete más gente. Ya es una burla a las autoridades de la ciudad.
Volviendo al tema de la isla mi pregunta al empresario fue: “¿Y a qué tú crees que se deba que lo que se está dando?”. La persona me contesta que, a su juicio, estos turistas son personas con poca educación, que probablemente estén recibiendo cantidades de dinero que nunca habían recibido en ayudas por la pandemia y eso se mezcla con pasajes a precios sumamente bajos. Las ayudas y los pasajes baratos es la diferencia de este año y los anteriores. Aunque hay personas que aseguran que los pasajes baratos no tienen nada que ver, yo me inclino a pensar que sí influye. ¿No se ha reportado que se meten el doble de personas permitidas en un hospedaje o habitación? Obviamente parte de la razón, sino es la principal, probablemente sea para abaratar costos. ¿No se está dando el caso de que se están yendo corriendo de los restaurantes o buscando excusas baratas para no pagar? Eso nos lleva a pensar que lo económico, buscar no pagar o pagar lo menos posible sí tiene un alto nivel de importancia en este turista y pasajes sumamente baratos es una atracción fuerte para que lleguen a cualquier destino, incluyendo Puerto Rico.
La parte fuerte del spring break arranca esta semana y puede llegar a las primeras dos semanas de abril, por lo que esto puede ser un aperitivo de lo que pueda ocurra en las próximas dos semanas, y si con lo que tiene que ver es realmente con las ayudas, en lugar de dos semanas, podremos verlo hasta que estas acaben en septiembre, si no las vuelven a extender. Lo que hemos visto aquí no se compara con lo que ha estado ocurriendo en Miami, y aunque no creo que vaya a ser igual, las autoridades tienen que estar desde ya preparadas, así como los comercios, quizás incrementando la seguridad.
En Puerto Rico recibiremos con los brazos abiertos a todos los turistas, sean blancos, negros, conservadores, liberales, latinos, europeos, estadounidenses, etc.. Sabemos que siempre van a venir personas indeseables, como ocurre en todas partes, pero cuando las cosas pasan de castaño a oscuro, hay que tomar medidas para no permitirle al que nos visita, lo que tampoco le toleramos al local.