Ayer, el gobernador Pierluisi firmó la “Ley para un retiro digno”. Y aunque tiene ese título, dicha ley tiene muchas otras virtudes como promover la cancelación de la deuda que el gobierno emitió ilegalmente. Además, no le permite al gobierno apoyar la aprobación de un Plan de Ajuste de la Deuda que pretenda pagarle a los bonistas deuda ilegal.
Celebramos la firma de esta ley y resaltamos el rol importantísimo de las jubiladas y jubilados, sus movilizaciones, protestas y el activismo que incluyó –entre otras cosas- campañas educativas, asambleas, marchas, vigilias y campamentos. Sin duda alguna, las luchas rinden fruto y esta no fue ni será la única ocasión en que nuestras movilizaciones como pueblo nos permiten defender y ampliar nuestros derechos y libertades.
Ahora, tenemos que continuar luchando para mantener y mejorar nuestra Universidad de Puerto Rico (UPR), un servicio esencial para nuestra sociedad y en especial, la juventud. La Junta pretende continuar recortando -el ya escaso- presupuesto que, según la secretaria de la gobernación, se debe manejar como si la educación fuera “su compañía”, como si la educación fuera una mercancía; como si la UPR tuviera como único fin el lucro. Rechazamos las políticas neoliberales de la Junta de Control y del gobierno que pretenden dejarnos sin escuelas, sin Universidad, sin nuestros servicios esenciales mediante el desvío de fondos públicos a manos privadas, como por ejemplo el nefasto contrato de LUMA. No podemos mantenernos neutrales ante esta ofensiva que pretende empobrecernos más.
Por eso, nos unimos al llamado de la comunidad universitaria para marchar este viernes, 11 de junio, a las 3:00 de la tarde desde El Capitolio hasta La Fortaleza. ¡UPR en marcha!