Existe una gran diferencia, una brecha económica muy marcada entre las clases sociales. En Puerto Rico, las grandes mayorías viven empobrecidas y en ansiedad ante la falta de políticas que permitan aumentar la calidad y los niveles de vida.
Por nuestra situación colonial, nos vemos afectadas por las políticas que implementan los gobiernos de los EEUU y de Puerto Rico. Una solución que viene proponiendo -desde al menos el 2011- el billonario CEO de JPMorgan Jamie Dimon para atender la desigualdad económica entre la riqueza de las personas (wealth) es la implementación de un nuevo Plan Marshall para los EEUU. El Plan Marshall consintió de ayudas económicas para la recuperación y reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Y aunque para el 2011, Dimson era quien único proponía este Plan para los EEUU, lo cierto es que en otros países también se solicitaba este tipo de Plan.
Al día de hoy, una década después, Dimson, CEO del banco más grande en los EEUU continúa proponiendo un tipo de Plan Marshall para alcanzar un crecimiento económico a largo plazo que incluya -entre otras cosas- medidas para fomentar la participación laboral como, por ejemplo, aumento al salario mínimo y capacitación laboral, cuido accesible para menores y hasta aumento en las contribuciones sobre ingresos a quienes más capacidad económica tienen, cuidado de salud accesible, seguro catastrófico nacional e inversión billonaria en infraestructura. Dimon concluye que la crisis política de los EEUU es resultado de la desigualdad y que la responsabilidad de esto recae en las(os) gobernantes y en quienes tienen ese gran poder económico y político sobre quienes gobiernan. Dimon comenta que la falla ha sido de parte de esos pocos, esa cada vez más reducida minoría que acumula las riquezas del país (“the enormous wealth of our country accruing to the very few”). Necesitamos un Plan Marshall para Puerto Rico.
