Así tienen a la isla Hernán Ayala Colón, presidente de la empresa Luis Ayala Colón, que opera dos muelles de entrada de carga a la isla, y Carlos Sánchez Ortiz, presidente de la Unión ILA 1740. El acuerdo de ayer es poner una tregua por 45 días, pero eso no resuelve el conflicto. Esto puede repetirse luego de esos 45 días o en el futuro. A la isla entra lo que el sindicato quiera. Ciertamente eso no quita responsabilidad al patrono. El mismo abogado de la unión ha dicho que si hay algún vagón que requiere ser transportado del barco al muelle porque trae alimentos, medicinas o cualquier otra cosa importante, les dejen saber para entonces ellos bajarlo. ¿Ven porque son ellos los que determinan?
El problema es que eso no necesariamente resuelve una emergencia. Según ha trascendido, hay embarcaciones de carga en otras jurisdicciones esperando que la situación se resuelva. En esas embarcaciones hay de todo, por lo tanto, si hay 100 furgones y 10 traen alimentos o medicinas, ¿usted cree que esa embarcación va a moverse para que bajen 10 furgones y tener que virar con 90? Obviamente no.
El gobierno ha tratado de minimizar el asunto indicando que se trata de la carga internacional y que el impacto ha sido solo con el 23 % de lo que entra por ese muelle. “Esta isla está demasiado frágil y cualquier cosa la saca de carrera”, me indicó un vecino el pasado martes. ¡Muy cierto! Por eso sorprende la tranquilidad del gobierno.
Hace unos días tuvimos un paro de camioneros por cerca de 48 horas. Aunque se discutía el asunto, como es usual, gran parte del país estaba en otro track, no le prestaban atención al asunto hasta que empezaron a llegar a los puestos de gasolina y se encontraron con el letrero de que no había combustible. Ahí fue que empezaron a gritar. Así ocurrirá en este caso. Hasta que no le afecte directamente, usted no le dará mayor importancia.
Creo en el modelo de las alianzas público privadas. Ha habido unas buenas, como la del aeropuerto, la de la PR #22 , y otras que no han funcionado, como la de la Autoridad de AAA. Ahora bien, el modelo de la APP es, en gran medida, en beneficio del pueblo dependiendo de las protecciones que el gobierno le imponga al privatizador en favor de la seguridad para la ciudadanía. Si las cosas corrieran bien en el gobierno, no habría necesidad de mirar las APP.
Somos una isla y los muelles son la vía por la que entra todo lo que necesitamos. En otras palabras, la operación de los mismos cae en lo que se considera una función vital, no solo para la economía, sino para vivir. La operación de los muelles es tan importante como la operación del servicio de energía y agua.
Con esto que está ocurriendo se hace obvio que la persona del gobierno que negoció la concesión de esos muelles fue un inepto o… Bueno, pongámoslo de esta forma: para el pueblo no jugó. Dejaron a la ciudadanía desprovista de protección y el inicial “no podemos hacer nada” del gobierno es la evidencia, aunque no creo esa premisa sea del todo cierta.
El gobernador Pedro Pierluisi dijo que no pueden hacer nada con LUMA, con los camioneros, y ahora con los muelles. Es una posición muy complaciente en favor de los que usan al pueblo de carnada. El gobernador parece rehuir de su responsabilidad con la ciudadanía, y en temas que tienen un impacto en el pueblo.
Yo puedo entender que el primer mandatario no deba estar metiéndose personalmente en cada conflicto que surja, menos entre entes privados, pero ¿no amerita mayor proactividad de su parte cuando se trata de servicios importantes como la energía, el transporte de combustible o alimentos y la entrada de suministros a Puerto Rico? ¡Claro! Nadie está solicitando que entre a la oficina del presidente de LUMA a ordenar que tiene que reclutar o a quién reclutar, que obligue a los camioneros a mover sus camiones, o que le ponga un revólver en la nuca a los empleados de los muelles para muevan los furgones.
¿Cuál debe ser el fin de las acciones del gobernador? Hacer que las cosas ocurran, más cuando es para proteger al pueblo, ya sea con una diplomática persuasión o con una efectiva presión. La empresa Ayala Colón y el sindicato están en una infantil macharranería. Sus prioridades son sus negocios, no el pueblo. No quieren sentarse y el “yo no puedo hacer nada” de Pedro Pierluisi afianzaba el tranque porque ninguna de las partes sentía presión, no sentían amenaza de que si no resuelven, habrá tal o cuál consecuencia. Yo estoy consciente que las cosas no son tan fáciles de resolver, pero tampoco pueden ser despachadas con un fácil “no podemos hacer nada”. ¿Y el pueblo? ¿Así se protege?
Con los camioneros dijeron los mismo, que no podían hacer nada y que era aunto de la Junta de Supervisión Fiscal. Luego de 48 horas de paro de los camioneros y un balazo a la economía, el gobierno se reunió y anunció que iba a hacer lo que decían que no podían hacer. ¿No podían hacer eso antes? ¿Porqué esperaron a que miles de ciudadanos se quedaran sin gasolina para decir que sí podían hacer algo? Aunque son los empleados los que se niegan a mover los furgones, el responsable del muelle son los Ayala Colón y son ellos los que deberían estar en la mirilla del gobierno para sacarlos, de forma legal y ordenada, o abrirle mayor competencia.